lunes, 1 de agosto de 2022

Swimming Out Till The Sea Turns Blue




He leído varias declaraciones de Wang Bing y Jia Zhang-ke. Se ve que son amigos y cada uno admira lo que hace el otro. Ambos captan en sus films la enorme transformación sufrida por su país -China- en las últimas décadas, sin olvidar las profundas heridas producidas en el proceso. Pero esto al margen, su cine es muy diferente.
Leyendo de qué va el documental de ahora colgado en Mubi, “Swimming Out Till The Sea Turns Blue” (2020), dirías que da para uno de los de Bing, pero Zhang-ké, aunque también entrevista a personajes que han sufrido de lo lindo, luchando por la supervivencia en la postguerra, obligados a actividades surrealistas durante la revolución cultural, resuelve esas escenas con una aparente ligereza y las envuelve con grabaciones actuales, que sólo parecen hablar de brusco cambio a la vida moderna.
Los entrevistados son escritores de renombre chinos, para mí desconocidos. Uno de ellos, Yu Hua, con su divertida explicación de cómo, haciendo de odontólogo, decidió que lo que le gustaría ser era del Ministerio de Cultura, porque desde la ventana de su consulta vio que eran los únicos que estaban todo el día paseando por la calle, o de lo rico que se sintió cuando, tras recibir un billete de tren “de funcionario” (en literas) de regreso de recibir un premio por sus primeros cuentos, pudo cambiarlo por uno normal y, con ese dinero, comprarle tres pollos cocidos a su padre, cuenta mucho más sobre la historia del país que venga tratados especializados.




 

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