jueves, 27 de febrero de 2014

El pensament social de Pasolini: un passat present


El de la foto es el reloj de Antonio Giménez Merino, heredado de su padre, y pieza básica en su explicación sobre “El pensament social de Pasolini, un passat present”, conferencia inaugural del Projecte Pasolini Barcelona, que hoy se ha presentado en sociedad en el Instituto Italiano de Cultura de esta ciudad.
Giménez Merino ha utilizado los remaches de níquel que su padre aplicó al reloj para hablar de una última generación que aún sabía hacer cosas con sus manos. Pero no se ha contentado con ese ejemplo personal, sino que, espoleado por ese heterogéneo grupo que quiere ver lo aplicable que puede ser la herencia de Pasolini en nuestros días, o sus posibles huellas en una serie de prácticas actuales, ha extendido una serie de hilos, en varias direcciones, para que fueran explorados y trabajados en el seno de este proyecto.
Previamente, tras la presentación de Roberta Ferrazza, directora del Instituto Italiano de Cultura (que ha hecho evidente su predisposición para con esta iniciativa), Xavier Perarnau ha lanzado un panegírico sobre la utilidad de lo inútil, ha explicado los pasos dados hasta el momento y ha señalado los próximos hitos (en forma de una serie de sesiones y coloquios) del proyecto.
No será, en absoluto, una tarea fácil: Cuando Antonio Giménez Merino estaba convenciendo al auditorio de que era imprescindible, para reflexionar, parar el tiempo, han sonado uno después de otro un par de teléfonos móviles de entre el público. Pero se ha de intentar, y el empeño merece, indiscutiblemente, éxito.


 

martes, 25 de febrero de 2014

Gene Tierney


Iba a poner “Retrato de la ingeniera”, cuando me he dado cuenta de que la ingeniera no era ella, sino Hedy Lamarr. Pero bueno: pese a ello no estaba nada mal. La foto la he robado de Laurent Chollet.

lunes, 24 de febrero de 2014

De oculta philosophia

En los mapas antiguos, para señalar esos terrenos desconocidos alejados de la transitada costa, rotulaban “Tierra Incógnita”. Como en busca de algo así me he sentido hoy al acudir a la Filmoteca a ver “De occulta philosophia” (2012), y una expedición no tan desde cero, pero similar, me parece que fue la de Daniel Villamediana en pos de la música barroca, con el objetivo de analizar cómo se podía captar su sentido desde el cine.

Lo consigue con un dispositivo doble. Por un lado siguiendo a Titus Crijnen, un luthier residente en Sabiñán (Zaragoza), en su proceso de construcción de un clave. Por otro, filmando a los músicos de La Reverencia tocando en un par de iglesias (una de ellas con unos preciosos frescos), de Lietor (Albacete) y reflejando, paralelamente, con unos cuantos planos intercalados, el paso del tiempo por el pueblo y las ocupaciones de los mismos músicos, así como unas pocas conversaciones que, bien atendidas, te ofrecen una clave para escuchar con mucho más provecho a este tipo de música. Según ellas, habría que llegar, al oírla, no sólo a captar su valor histórico, sino las sensaciones varias (sobre el amor, la felicidad, los temores, la muerte…) que en la época trasmitían a su auditorio.

Las interpretaciones musicales de las obras, en general de los no más conocidos músicos del Barroco, están recogidas, excepcionalmente bien, en sonido directo, con una sola cámara y un único micrófono, lo que implicó una creciente fragmentación de las tomas.

Tras ver el film, me he quedado con una doble y satisfactoria sensación: Si en un pueblo como Sabiñán hay un luthier como Titus, trabajando de forma tan artesanal y completa; si (como han asegurado en el coloquio posterior) por toda la Península hay desperdigada una nueva generación de intérpretes musicales, muy bien formada, que está dando nueva vida a la música antigua (aquella que supone una tradición interrumpida, dicen en el film), no todo está perdido. Eso, como primero. Lo segundo, que, personalmente, creo que la película me ha ofrecido las herramientas para poder precisar en el dibujo de los mapas algún trozo más de esa Terra Incógnita.

Hay por aquí bastantes amantes de la música y la pintura barroca. No debieran, por nada del mundo, perderse esta sencilla, pero hermosa, espléndida película.



Alexandra Bastedo

Se me pasan las cosas. Acabo de enterarme de que el pasado mes de enero murió Alexandra Bastedo, presencia insólita en las series de los años 60, y luego en el cine de terror patrio (en el que, mucho más tarde, supe que había hecho dobles versiones, acentuando el elevado grado sensual que ya de por sí tenían sus films. Enrique le podría dejar un rinconcito junto a Faye Dunaway, o Cibil Shephard…
Se la llevó un cáncer, a los 67 años, decía la noticia de El País que, no sé cómo, no leí en su día, y de donde he sacado esta fotografía, con espejo y todo. Porca miseria.


domingo, 23 de febrero de 2014

The touch


Postals – 224
“John Dos Passos. Os Óculos do Escritor”
(Centro Cultural John Dos Passos, Ponta do Sol)
De una película “menor” de Ingmar Bergman, “La carcoma” (“The touch”, 1971), que a mi siempre me ha gustado mucho, recuerdo especialmente su escena inicial: Bibi Andersson va a ver a su madre a la clínica y, sin que nada de eso hubiera pasado previamente por su cabeza, descubre que han vaciando su habitación, que presenta el colchón enrollado, desnudo, sobre el somier de la cama. Se acerca a la mesita de noche, y allí, al ver las gafas de su madre como si ella las hubiera acabado de depositar cuidadosamente, rompe a llorar.
Ese poder evocador sobre una persona desaparecida que tienen sus gafas fue tenido en cuenta, claramente, por los responsables de la exposición “Tres percursos literarios”, que entre otras cosas se refería al escritor americano, de ancestros de la isla de Madeira.


 

sábado, 22 de febrero de 2014

Circe

Me dice Cinthia que "Circe" (Manuel Antín, 1963, sobre un cuento de Julio Cortázar, que ejerció de co-guionista) está llena de espejos, y con la sesión que hicimos sobre ellos ya pasada, lo compruebo, y es más que verdad: está repleta, rebosa espejos. Los hay que muestran y subrayan la conversación totalmente banalizada de los padres de la pareja, otros que dejan claro el distanciamiento que en la escena alcanza entre sí esa misma pareja, los hay multiplicadores de la figura protagónica pero, sobre todo, yo veo en la película espejos que constatan la soledad del personaje de Graciela Borges, que sólo tiene para sí a su imagen, a la que mira y, con el tiempo, acaricia, hasta el punto de entregarse totalmente.
Es "Circe" película de espejos, pero también de vallas, de barrotes, de encierro. Delia está encerrada en la oscura casa de sus padres, con el recuerdo de sus dos pretendientes previos, suicidas o muertos que aparecen una y otra vez, en una rotación constante con Mario, que no sabemos si logrará sacarla de ahí o quedará a su vez atrapado, siguiendo la maldición, las habladurías del vecindario, que aíslan aún más la casa y a sus habitantes. La casa tiene precisamente una puerta con elementos metálicos, y un pequeño jardín delantero, separado de la calle exterior por una valla repleta de barrotes, como es de barrotes la cama de Delia.
Es una película inmersa en las nuevas olas de los años sesenta, que creaban un nuevo lenguaje. Como en los films de Godard, no hay que esperar racords perfectos, y la escena salta de un plano actual a otro similar previo con otro personaje, o a otro, para volver al actual, como salta a la repetición una y otra vez del mismo movimiento. Si a eso le sumamos algún movimiento de cámara con imágenes de vacíos, y ese efecto que el sonido (nunca directo, siempre doblaje) de esa época proporciona, que parece de un nivel diferente de la imagen, convendremos en que estamos ante una película que altera, porque por un lado distancia, y por otro envuelve como una tela de araña.


Crítica cinematográfica


Hoy, mañana soleada de sábado, dónde se iba a sentir uno mejor que asistiendo a una sesión de las I Jornadas sobre crítica cinematográfica que ha organizado la omnipresente Associació Catalana de crítics i escriptors cinematogràfics (ACCEC).
La cosa iba de “áreas inexploradas de la crítica”, con presencia de gente (en la foto) procedente, además de del entorno de la crítica cinematográfica, del de la artística y musical, así como del video-ensayo. Al final, no obstante, tras discusiones a veces semánticas, a veces intuitivas, a veces arrimadas a la propia alforja, sobre análisis, pensamiento, lenguaje y teoría, se ha visto que quizás lo único no demasiado explorado eran las experiencias abiertamente frikies de montajes sincopados de Youtube. Paso.

jueves, 20 de febrero de 2014

Ricard Salvat


La Fundació Ricard Salvat, impulsada por su familia (su mujer, Nuria Galobardes, y sus hijas, Neus, Núria y Eulàlia) está poniendo a punto su web, aún medio hilvanada. Ha colgado ya en ella el documental que en 1998 le hizo Martí Rom (dentro de la serie de monografías que hemos ido haciendo para la Associació d’Enginyers).
No es de los documentales de Martí Rom que a mí más me gustan, pero viéndolo ahora, como se dice por aquí, “Déu n’hi do” la información que aporta sobre el director teatral.
Pongo aquí el enlace. (Es un documental en catalán, que dura 26 minutos).
La foto la he sacado de una web que no lo pone, pero está hecha (firma a la derecha) por Mariona Millà.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Fritz Lang por Schiele.

Consultando el último libro de la colección “Programa doble”, el correspondiente a “M, el vampiro de Düsseldorf” y “Rocco y sus hermanos” (Rafel Miret, Libros Dirigido, 2005), esta ilustración, que me ha resultado interesante.


lunes, 17 de febrero de 2014

Llibres - 123/124: Los grandes nombres del cine

Llibres – 123/124
Ciertamente no se trataba de encuadernaciones ejemplares (incluso uno de los tomos tenía mal la paginación, y le faltaban unas páginas), pero el hecho de que los tenga desenganchados, con trozos sueltos, indican que son obras de (buena) consulta.
Villegas López ofrecía la oportunidad de dar noticia bien fundada de los realizadores (y algunos de sus actores y películas) que eran, ciertamente, y sin lugar a dudas, los grandes nombres del cine. Ahora leo en el prólogo que fue apareciendo originalmente (años 1963-65) en la revista Triunfo en forma de separata, y que estos volúmenes son únicamente su actualización y compilación.
Cada capítulo da cuenta de uno de esos grandes nombres, sin virguerías expresivas, pero documentada y sólidamente, sin excentricidades. Quien conozca bien ese alrededor de centenar y medio de nombres puede decirse que sabe de qué va esto del cine.
Manuel Villegas López – Los grandes nombres del cine. Vol I y II
(Editorial Planeta, Barcelona, 1973)


sábado, 15 de febrero de 2014

Presentación Projecte Pasolini Barcelona


Para reservar tiempo en la agenda: Próximo miércoles 26, presentación en sociedad del Grupo Pasolini Barcelona. Para empezar a abrir boca de las actividades que pretende programar este nuevo y heterogéneo grupo.
Es inevitable que, llamándose así, el Grupo incida en la figura de Pasolini, como escritor, cineasta, pensador, político,… Pero, en buena parte, intenta también buscar la posible incidencia que, casi 40 años después de su asesinato, puede obrar en el mundo de hoy.
Varias veces nos hemos dicho que qué bien iría disponer de un pensamiento crítico como el suyo en nuestros días. Así, buena parte de los trabajos anunciados irán en búsqueda de los posibles Pasolinis actuales, o de las ideas que podrían seducir a Pasolini hoy en día.
A mí, personalmente, esa es una línea que, más allá del análisis teórico en profundidad de sus ideas, me atrae…


 

jueves, 13 de febrero de 2014

El hombre que mató a Liberty Valance



Una recomendación: No dejar pasar en la Filmoteca de Barcelona (de hoy en una semana, el jueves 20 a las 19,30h) la primera sesión del ciclo "L'espai com a protagonista", que organiza Arquinfad. Yo no podré ir, y estoy por ello con un desasosiego grande.
Todos hemos visto ya "El hombre que mató a Liberty Valance", pero al margen de que es una película que gana con el tiempo, y siempre se descubren cosas en ella, es que esta vez, además, la presenta Antoni de Moragas, y eso garantiza una sesión plena productora de regocijo.
Moragas es conocido como arquitecto y diseñador, y como profesor de EINA y de la Escuela de Arquitectura, pero lo que pocos conocen es que tiene un pasado como escritor cinematográfico (fue en tiempos hasta más revueltos que los de ahora la explosiva combinación de "marxista-langiano") y su pasión por el cine, que nunca le ha abandonado, está volviendo a tomar mucha fuerza. Doy fe de que tiene a "El hombre que mató a Liberty Valance" como una cumbre de Ford y del cine tout-court, y que suelta una cita de la película a poco que se tercie. Eso se notará sin duda en la presentación del film, en el que ahora ha encontrado unas estructuras internas que tiene previsto comentar.
Y puesto que se trata de sus comentarios, decir que he tenido la suerte de coincidir en sesiones de variado pelaje en las que él formaba parte de una mesa redonda, o simplemente del público participante. Ayer leí por aquí las críticas que hacía Gonzalo García Pelayo al cine que quiso instaurar Pilar Miró. Pues bien: Las intervenciones de Antoni de Moragas en esas sesiones han sido siempre un regalo para la audiencia, y lo más alejadas que pueda uno imaginar del muermo "de qualité", pero sin ningún alma, que sembró Pilar Miró, mientras que estaban bastante cerca del gracejo, de la vida que rebosa en los personajes de las mejores películas de García Pelayo.
Le he pedido una foto de su presentación, para hacer este anuncio de la sesión, y me ha pasado ésta del rodaje de la película, con un triángulo de personajes más que interesante, mientras me ha comentado lo inimaginable que se le hace pensar un Liberty Valance en color...

martes, 11 de febrero de 2014

Alegrías de Cádiz

Azoteas, calles, playas y gentes de Cádiz.
Por fin he visto hoy "Alegrías de Cádiz", aprovechando que se ofrece libre hasta el 16 de febrero (http://www.margenes.org/…/gonza…/alegr%C3%ADas-de-cádiz.html). La he visto sin poder apagar la sonrisa, hasta que Lucy, que "también es Cádiz", explicando porqué para ella se acabó el mundo, me ha humedecido los ojos. Luego vuelta a la luz radiante, hasta que nuevamente, esta vez con una canción de Aruz, volvió la duda acuosa.
Contiene un magnífico casting para el papel de Pepa con cuatro chicas muy diferentes, que se resuelve en empate; bailoteos varios; algún cante; ocurrencias poéticas; títulos derivados de esa fuerza poética, que puntúan y subrayan (como este tan evocador: "Mientras mi mano toca una rodilla en un cine"); un personaje con verborrea y pasión amatoria de apisonadora y otro sembrado de dudas; un homenaje a "Le Mépris", también junto al mar, pero con sombrero en vez de libro; conversaciones, tanteos y confesiones varias mientras se toman unas cervezas; placas y detalles de hermosos rincones de la ciudad; marea baja; besos junto al ficus centenario; la vista de la caleta salpicada de barquitas; el hermoso recuerdo de la dinámica de grupo frente al mar y, toda la parte final, una buena ensalada de chirigotas.
Walter Ruttmann hizo "Berlín, sinfonía de una ciudad" y ahora Gonzalo García Pelayo ha sacado de Cádiz, si no una sinfonía, un buen retrato, con una de sus películas más libres, diciendo que monta una ficción en ella, pero seguro mostrando sus alegrías, bulerías y todo lo que se tercie. ¡Qué bueno que ha vuelto al cine! ¡Qué andanada de aire fresco que representa!

El Gatopardo

Martí Rom se dio cuenta ayer, viendo de nuevo esta escena de “El Gatopardo” (que Pau incluyó muy atinadamente dentro del apartado de los espejos “de transferencia”), de un detalle muy interesante. Justo en la escena anterior, con el Príncipe Salina yendo de farra por la noche, acaba con un gato. Ésta escena, en la que a la mañana siguiente se está afeitando en su palacio, y le va a ver su sobrino Tancredi, se inicia con un perro.
A partir de aquí, es muy posible y fructífero sacarle punta a posibles razones para haber Visconti enlazado las dos escenas precisamente de este modo.


Alegrías de Cádiz

Al final la canción de Fernando Arduán para la película de Gonzalo García Pelayo no se llevó nada en los Goya. Pero es una canción preciosa, que quedará.

lunes, 10 de febrero de 2014

Ombres Mestres: Espejos

Hoy ha sido la primera sesión del 4º ciclo “Ombres Mestres. Les lliçons dels grans del cinema”, la dedicada a “Espejos”. Hemos empezado por esta escena de “Lilith” (Robert Rossen, 1964), cuya foto salió por aquí hace unos cuantos meses. Dos comentarios que hemos dejado caer:
La constatación de un escalofrío viendo esta escena de la película, en la que Lilith nota cómo se rompe la imagen reflejo de su rostro tras su contacto con la superficie del agua, y pensando cómo la película entera prefigura (establece una trágica simetría con) el final de la actriz, Jean Seberg.
Y una frase muy bonita que escribió Olivier Père, ex director artístico del Festival de Locarno, que iría perfecta como reclamo de esos publicitario sobre el film: “Film fou sur l’amour, film d’amour sur la folie”



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domingo, 9 de febrero de 2014

Casting Les 400 coups

Pruebas de casting para "Los 400 golpes". Los dos últimos cortes, con niño que canta y todo, desternillantes.
Bien hechos, estos ensayos pueden resultar de lo más atractivo. Suelen tener la espontaneidad de la que suele adolecer la película…
Casting de Jean-Pierre Léaud et Richard Kanayan pour le premier film de François Truffaut, Les 400 Coups (1959).
YOUTUBE.COM

sábado, 8 de febrero de 2014

Antoine et Colette

Buscando otra cosa sobre esta película, he dado con esta fotografía, y la he escaneado y puesto aquí un poco para que rabie o acabe por olvidarme Esteve ( :-) ) al tiempo que agradezco el soporte moral de Antonio, otro poco porque me parece una extraordinaria fotografía (no muy bien reproducida aquí), y principalmente porque me trae enseguida muy buenos recuerdos de “L’amour à vingt ans. Antoine et Colette” (F. Truffaut, 1962).
Truffaut dice que es la única película suya que le gusta. A mi me cae muy simpática por todo un carrusel de motivos de poca monta, que van sumando mientras giran: Por cómo presenta París, por ser uno de esos films que enseñan cosas (aquí, la fabricación de los discos de vinilo), por mostrar un ambiente específico que suele eludirse (las Juventudes Musicales, pudoroso sustituto del ambiente de los cine-clubs), por esa relación tan divertida del protagonista con los padres de la chica deseada, por descubrirnos un posible futuro del Antoine Doinel de “Los 400 golpes”, por las citas y auto-citas que incluye, por cómo se aprecian en ella varias felices (no olvidemos que se trata de la película de Truffaut con menor preparación previa) ideas de puesta en escena.

jueves, 6 de febrero de 2014

M

Destripo una de las más emotivas escenas de la veintena que nos servirán para hablar del “fuera de campo” en el cuarto ciclo de “Ombres Mestres. Les lliçons dels grans del cinema”, que empieza el próximo lunes 10 de febrero, y para el que, aunque lo haremos con poca gente, aún harían falta inscripciones.
Habíamos seleccionado la escena inicialmente para la sesión anterior, la que dedicamos a escaleras, por ese aterrador vacío del hueco de una escalera que responde a la madre cuando mira una y otra vez, esperando inquieta el regreso del colegio de su pequeña hija.
Teníamos ya demasiadas escenas de escaleras, y entonces vimos que ésta también podía servir como buen ejemplo sobre escenas en las que algo determinante de la trama sucede fuera del cuadro que marca la pantalla.
El ciclo, del Cineclub Associació d’Enginyers, empieza el próximo lunes 10 de febrero. Ni que decir tiene que, si conocéis a alguien que pudiera estar interesado y además pudiera apuntarse, sería perfecto. Toda la información en este enlace:
In the opening of M, Elsie Beckmann (Inge Landgut) walks home while Frau Beckmann (Ellen Widmann) prepares a snack that she never gets to eat. This early sound film uses sound in innovative ways to open up off-screen space.
CRITICALCOMMONS.ORG

martes, 4 de febrero de 2014

La hora de los hornos


La Filmoteca ha pasado hoy la versión completa (más de cuatro horas) de “La hora de los hornos” (O. Getino – F.E. Solanas, 1968). En los últimos meses del franquismo circuló clandestinamente la primera parte (“Neocolonialismo y violencia”), que ahora sabemos que distribuía “el Volti”.
De esas visiones prácticamente sólo recordaba la secuencia de la foto, en la que unos niños corren junto a un tren para pedir unas monedas (y que hace poco me dijeron que era, como he confirmado hoy, del “Tire die” de Fernando Birri); la ironía sangrante del narrador contra una fiesta burguesa dada en honor del escritor Manuel Mujica Laínez, que me alejó de sus libros para los restos, aunque luego me dijeron que no estaban nada mal; y la profusión de títulos y letreros dando frases para la reflexión, o slogans revolucionarios, tomada, desde luego, del primer y efervescente cine cubano.
Vista hoy esa primera parte, que intentaba mostrar una situación en Argentina y toda América Latina que dejaba una única opción de salida, la revolución, pues a mi entender mantiene toda su fuerza. Quizás dicho esto con un deje algo melancólico, porque no es que hayan cambiado las cosas tanto, y sobre todo en otros rincones del mundo.
Contiene escenas de una modernidad inicios de los 60 aplastante, como el montaje paralelo de sofisticados anuncios con escenas de mataderos, mientras suena una musiquilla de nivel de vida. Y acaba con una foto fija del rostro muerto del Ché, congelada varios minutos, señalando el camino…
Ya en la época se decía que en las dos siguientes partes, sentadas las premisas del cultivo revolucionario que era la penosa situación de Latinoamérica, extensible a otras realidades, se centraba en el peronismo, y la cosa tomaba otro aspecto. La central sirve, cuando menos, para informarse de qué pasó en la Argentina entre la guerra mundial y 1965, y contiene una entrevista con Perón que me ha dejado lívido. Luego…he pensado que la cosa ya iba dando vueltas sobre lo mismo, que estaba cansado, y que tenía muchas cosas por hacer… y me he ido.

lunes, 3 de febrero de 2014

Ombres Mestres - Escaleras

Hablaremos de otro tramo de esta escalera de “Carta de una desconocida” (Max Ophuls), porque aparece en una de las secuencias seleccionadas para la sesión dedicada a “Escales” del próximo lunes 17 de febrero, en la segunda de las tres sesiones (la primera el lunes 10) de este cuarto ciclo de “Ombres Mestres. Les lliçons dels grans del cinema”, del Cineclub Associació d’Enginyers.
Si alguien quiere y puede apuntarse, será más que bienvenido. Aún harían falta bastantes inscripciones. Toda la información en este enlace:


domingo, 2 de febrero de 2014

All'armi, siam fascisti


En los reportajes de “All’armi, siam fascisti” (Lino del Fra, Cecilia Mangini y Lino Micciché, 1962), andaba yo ocupado fijándome sobre todo en esos personajillos secundarios, perdiendo el oremus, serviles hasta la nausea, en cualquier acto público de Mussolini.
Es, en otros términos, desde luego, una postura que se aprecia de forma inusitada también hasta en las empresas más modernas, donde el culto al Jefe ha subido enteros en los últimos años, emulando al culto a la personalidad que tanto se criticaba de los países populistas y dictatoriales.
Miguel Sánchez-Ostiz recurre frecuentemente –ayer la última por el momento- a mencionar cómo por suerte quedan las hemerotecas para recordar este tipo de cosas.
En el mismo film, Franco Fortini (según me ha informado E. Riambau su narrador) les dedicaba alguna hiriente frase, a ellos y a sus hijos, hablando de la vergüenza de verse ahora, años después, haciendo esas cosas, que han quedado para la eternidad.
Un poco de dignidad, hombre.

sábado, 1 de febrero de 2014

All’armi, siam fascisti



"Sale el sol, canta el gallo y Mussolini monta a caballo". En “All’armi, siam fascisti” (Lino del Fra, Cecilia Mangini y Lino Micciché, 1962), tras unas imágenes de Mussolini fardando montado en uno, señalan el verso que esas ridículas tomas inspiró a Gabriele D’Annunzio.

All'armi siam fascisti


Uno de los momentos en que el narrador de “All’armi, siam fascisti” (Lino del Fra, Cecilia Mangini y Lino Micciché, 1962) se pone más sarcástico es cuando habla de la postura de Pío XI ante los atropellos de los fascistas en la carrera de Mussolini hacia el poder absoluto. Tras el asesinato de Matteotti, su madre y mujer fueron a ver al Papa, en busca de su apoyo. Éste no les recibió, y la película cuenta que únicamente les hizo llegar un rosario de oro, para que rezaran por la víctima.
En la imagen del Corriere della Sera, Mussolini i el cardenal Gasparri firman los pactos de Letrán.