lunes, 8 de agosto de 2022

20.000 días en la Tierra


Puestos con la exploración sobre Nick Cave, después de lo visto el otro día me he pasado ‘“20.000 días en la Tierra” (Iain Forsyth y Jane Pollard; en Filmin), aunque se trata, en rigor, de una precuela, realizada dos años antes (2014) que “One more time with feeling”, que ya venía a indicar su esencia en su mismo título.
Aunque también me ha interesado, la veo mucho más en línea con una idea de creación de su propio personaje, aunque él no figure ni siquiera como co-guionista.
Entrevistas ahondando en su trabajo creativo (“el secreto -dice- está en llegar al corazón de canción”), alguna actuación en sala de espectáculos o en estudio, pero sobre todo rememora conciertos míticos presenciados o se pasea en coche por la costa de Brighton (a donde, por cierto, estoy planificando una escapada) conversando con otros o consigo mismo sobre su pasado,
Siempre, esa imagen que se ha ido creando: corte de pelo, zapatos y traje oscuro, camisa abierta, que no abandona ni para comer pizza con sus hijos gemelos en su casa ante el televisor.
En general, aún viendo el marketing que hay detrás, me atrae esa figura de crío problemático, luego metido en ambientes no muy santos, cuya fama le ha permitido saltar a un nivel de vida impensable. Es muy bueno eso de verlo con subtítulos, porque en un concierto no pescaría la más mínima de las letras que, como sus declaraciones, no son para despreciar. Sólo me hace tirar un poco para atrás cuando le veo hacer un gesto que me recuerda de mala manera a José María Aznar
Ya empiezo a ver un poco por donde va la cosa. Ya paro.


 

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