Puesto que se trata de una película francesa y hay en ella una investigación o, más apropiadamente, un juicio sobre un homicidio, ésta puede ser su casa.
Me he quedado a verla porque me ha gustado su plano inicial, un plano general, luego he sabido que rodado en la costa, en La Bernerie, en la que la cámara, fija, capta una acción que tiene lugar en la playa. No se oyen los diálogos de las personas, que se mantienen lejos de la cámara, oyéndose solo el ruido ambiente, dominado por el rugir del mar.
La película es “La chica del brazalete” (Stéphane Demoustier, 2019; Movistar +), el brazalete es uno de esos electrónicos que se pone en el tobillo de una persona en libertad provisional, para poder vigilar sus movimientos y el padre de la chica que lleva ese brazalete está interpretado por Rachdy Zem, un actor francés actualmente enormemente popular.
La chica va a juicio en el flamante Palacio de Justicia que Jean Nouvel hizo en Nantes a orillas del Loire, acusada de asesinato.
Como a mitad de película he constatado que de madre, con apenas apariciones, hacía Chiara Mastroianni, me he puesto entonces a hacer toda una serie de cavilaciones.
Se sigue con interés, y posiblemente hasta logre llegar a decir algo.
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