Hace una semana los periódicos traían una noticia que arrojaba otra palada de tierra a la montaña de vergüenzas acumuladas con respecto a los saharauis: Una sentencia, sentando jurisprudencia, negaba a una mujer que había nacido en el Sahara Español en 1973, un par de años antes del abandono, su derecho a la nacionalidad española que reclamaba.
Como señalaba en su muro Bernabé López, recomendando la visión que ahora quiero volver a recomendar yo de nuevo desde aquí, la noticia coincidió con el estreno de “Olvidados” (Rafael Hoces, 2020), una película compuesta básicamente por los testimonios de los que entonces fueron unos cuantos niños saharauis, un español y una marroquí, que coincidieron como estudiantes en el Instituto Juan Ramón Jiménez de Casablanca.
Sí a Bernabé López, gran conocedor del Magreb, le ha emocionado la visión de la película, a mí, además de emoción, me ha proporcionado una visión íntima, desde dentro, sobre la relación de los saharauis con los españoles que me faltaba y que creo sería bueno fuera divulgada y comprendida.
Éste es su enlace. 51 minutos en los que cuatro o cinco personas saben recordar y trasmitir magníficamente los sentimientos que les asaltaron cuando eran niños y adolescentes: