Por una confusión tonta de esas a las que soy muy proclive, creía que el realizador Jacques Rouffio era el mismo que Jacques Doufilho, el actor de "Corazón solitario" (Paco Betriu, 1973, que por cierto se pasará en la Filmoteca en septiembre, presentada por su director: una ocasión para una buena diversión), y no me entraban muchas ganas de ver sus películas. Pero confieso que si quise acudir anoche a "Testimonio de mujer" ("La passante du Sans Souci", Jacques Rouffio, 1982; en Filmin) no fue por su director, sino porque salían en ella un inconmensurable Michel Piccoli y nada menos que Romy Schneider, en la que he sabido ahora que fue su última interpretación para el cine.
Max (M. P.) es recibido en el aeropuerto por su amante (R. S.), después de un tiempo sin verse. Es presidente-fundador de una especie de Amnistía Internacional, una sociedad que combate por los derechos humanos en todo el mundo. Al poco rato él va a ver a un personaje interpretado por Mathieu Carrière caracterizado de viejo, y desde ese momento ya intuimos que habrá un flash-back en el que aparecerá sin duda M. C. haciendo de bastante más joven...
Viene el flash-back, pero con él el mal asunto de que prácticamente desaparece Piccoli. Para compensar, Max niño convive con Elsa, un personaje interpretado también por Romy Schneider, abriendo de paso una interesante posible historia edípica, o así me lo pareció inmediatamente.
Está basada en una novela de Joseph Kessel, con historia sobre la Alemania Nazi, el inicio de su persecución de los judíos, la (no) reacción internacional, etc. No sé si el nombre de Max ya aparecía en la novela o si es un homenaje a "Max y los chatarreros" (Sautet, 1971, también con esa pareja de actores), pero diría que por lo que Rouffio le hace encarnar en algún momento a Romy Schneider, tuvo en cuenta su interpretación de "Lo importante es amar" (Zulawski).
Todo el film acentúa la sensación de ausencia, de melancolía por lo perdido o, mejor, arrebatado. Y nombra pesadillas que, desgraciadamente, lejos de desaparecer por completo, regresan. Una película entonces corriente, de una narrativa standard también perdida.