Me ha gustado mucho más de lo que presuponía ver “Michael Cimino. Un mirage americain” (“Michael Cimino. Dios bendiga a América”, Jean-Baptiste Thoret, 2021; en Movistar +).
Quizás la razón sea que la ha hecho (co-producción de Arte) un redactor de Cahiers du Cinema (que no conocía) que en tiempos fue de viaje entrevistando a Cimino, y ya sabemos la adoración especial que la revista siempre tuvo para con el cineasta, posiblemente uno de los últimos representantes del gran cine norteamericano.
Sobre todo inicialmente el documental recorre y encuadra los mismos paisajes que presentaban las películas de Cimino, mientras su bronca voz, en off, va comentándolas. Tanto él mismo como Tarantino dejan ir reflexiones sobre el sentido último de films como “Un botín de 500.000 dólares”, “El cazador” o “La puerta del cielo”, de las que se ven unas pocas escenas, mientras que Oliver Stone se encarga de condenar el carácter excesivo del realizador, situándose, curiosamente, al lado de la gran industria.
También he sabido, viéndola, que Michael Cimino estudió Arquitectura y que uno de sus mayores empeños, de los varios que no llevaron a buen puerto, fue rodar una nueva versión de “El Manantial”
En la imagen, el oscuro túnel que lleva hasta la factoría en la que trabajan los amigos de origen ruso de El Cazador.
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