domingo, 30 de junio de 2013

Cineclubisme del segle XXI



Julio Lamaña Orozco, actual secretario de la Federació Catalana y de la Internacional de Cineclubs, ha publicado en la página de esta última el artículo cuyo enlace adjunto, correspondiente a la revista de la foto. Pesco ambos documentos para continuar el álbum relativo a publicaciones de interés sobre cine-clubs, porque el artículo así lo vale...Es la foto nº 41 del álbum.



Hitchcock y el arte


Buscando “inspiración” para una conferencia, he hojeado un libro del que ya hablé por aquí, sobre la relación de Hitchcock con el arte, y he dado con este cuadro de Raphaël Delorme, de 1928. Aunque la imagen es ciertamente algo diferente, creo que atinan al ligarla con “Marnie la ladrona” (1964), y mucho más que con literal similitud con un fotograma de “Falso culpable” (1956).
(Como la imagen estaba en un libraco de mucho peso, me ha sido difícil su escaneo, y ha resultado un poco borrosa por el lomo.).

Cristales rotos


Quizás la mayor propuesta cinematográfica que comporta “Cristales rotos” (2012), el último film de Víctor Érice, esté contenida en su subtítulo: “Pruebas para una película en Portugal”. Porque esa película, que nunca se hará, es la que nos podemos imaginar a través de esa especie de falsas pruebas de “casting” que se desarrollan en el comedor de la antigua fábrica de tejidos (la segunda más grande de Europa y ahora cerrada, según explica un letrero del film).
Ante una enorme foto del mismo comedor en sus tiempos de multitudinaria actividad, van desfilando personas de toda edad, recitando los textos que se han aprendido sobre la vida laboral de antiguos trabajadores, de la misma forma que más tarde explican lo que sienten ante esa foto, u otra persona casi declama un texto sobre el trabajo y su devenir. Unos han aprendido muy bien la lección, y hasta parece que cuenten su propia experiencia. Otros gesticulan ostentosamente. Alguno hasta se atrabanca un poco.
Al final, la “Prueba acordeonista”. Éste se pone a tocar mirando la foto una pieza que me ha recordado a una balada irlandesa, y la misma cámara efectúa un emocionante recorrido por los rostros de esa gente, que ahora nos transmiten la sensación de que estamos viéndoles, sintiendo sus preocupaciones, como ninguna película realmente efectuada podría llegar a trasmitir.
He intentado encontrar la fotografía de que hablo o, mejor, alguno de los rostros en los que se detiene la cámara. Como no he encontrado nada parecido, he ido a mirar “Fábrica de Fiaçao e Tecidos do Santo Thyrso” en Google Imágenes, y he visto que en Flickr aparece esta fotografía de M. F. Pacheco, que he bajado.

Oarecidos razonables: Domènec Font y Stevenson



Parecidos razonables. Espero que no tomen a mal la comparación –que es sólo por apariencia- sus partidarios. Pero el otro día me apunté la coincidencia al ver una foto de Domènec Font y recordar otras de Robert Stevenson. Y todas diferentes de las que ahora cuelgo aquí.

sábado, 29 de junio de 2013

Carteles 25: Los motivos de Berta


Carteles – 25
Él dice que hay que tener un poco más de paciencia para volverla a ver circular. Por lo menos, se recuperó, por ahí en extremo oriente, mientras que habría podido quedar sepultada por un lío de esos de laboratorios en quiebra. Mientras no llega, estaría bien ir oyendo, al menos, toda su banda sonora, con ese trabajo de laboratorio tan impresionante, reproduciendo unos ruidos que pasan a primer plano. Y, claro está, con Arielle Dombasle cantando el lied “Das wandern”, de “La bella molinera”, de Shubert.
En la foto, Silvia se ajusta el tesoro capturado en su cabeza. Un póster sencillo, que auguraba que te encontrabas con otro tipo de cine que el habitual.
No es Arielle quien canta, pero vamos:

jueves, 27 de junio de 2013

Après Mai

Supongo que a Oliver Assayas se le echarán encima por su “Après mai” desde diversos frentes. Por un lado los que le reprocharán que haya efectuado una mirada que dirán nostálgica a una época. Por otro, los que habrían querido que esa mirada tuviera una postura política clara. Por otro, los que dirán que se esperaban un lenguaje cinematográfico más alejado de lo standard…

Y, sin embargo, a mi me ha gustado mucho ir a ver “Après mai”. Sí que hay una cierta mirada nostálgica que digo yo que debería interesar a la gente de mi edad, porque pasa revista –de forma algo tópica- a todos los movimientos que, desde mayo 68, ocuparon a buena parte de la juventud occidental; pero es una mirada bastante irónica, que deja ridículos a unos personajes que caen en todos los errores que poblaron esa época que se recuerda como solamente heroica. Ahí, en ese escepticismo, y hasta en un cierto cariño hacia esos personajes y sus tonterías, veo la postura política de Assayas.
En cuanto a cine, basta recordar dos o tres escenas que dejan boquiabierto, marcando puntos importantes de la historia. En una de ellas, el socias de Oliver Assayas, del que se sigue su educación sentimental, ha preparado un pequeño altar en un árbol. La grúa eleva la cámara entre las hojas de ese mismo árbol, abriendo la imagen hacia el valle, y los espectadores creemos también elevarnos, en todos los sentidos, con ella. En otra, una pelirroja sigue el consejo recibido y va a ver en un museo holandés unos cuadros de Frans Hals, y Assayas, con muy pocos elementos, consigue hacernos tomar consciencia de que ese es un momento revelador para ella. Por el final hace su entrada la divertida parafernalia del cine, en una escena a lo “La noche americana”. Pero el protagonista parece tener claro que lo suyo irá, a continuación, hacia el cine experimental.

Recomiendo ver la película, porque es de las que pueden comportar discusión, y posturas contrapuestas. De las que hacen del cine algo vivo. Luego hablamos…

miércoles, 26 de junio de 2013

Pasolini según Luis Aller


Luis Aller, director de la escuela de cine Bande à part, es muy bueno diseccionando secuencias y poniendo en evidencia estilos y utilizaciones del lenguaje cinematográfico, y lo ha vuelto a demostrar hoy en el CCCB, a partir de escenas y planos seleccionados entre toda la filmografía de Pasolini.
Ha empezado por asentar las –según él- tres bases de todo su cine –la tosquedad, el rito y lo arcaico-, para luego repasar unos cuantos de sus típicos espacios desolados (como esos planos generales con 2/3 de tierra), presentar una batería de inconfundibles rostros pasolinianos y centrarse en otras cuestiones de estilo, pero sobre todo haciendo un in-crescendo por sus películas desde una “terribilità” heredera de Miguel Angel hasta culminar en lo directamente atroz, que culminaría todo el proceso (“Saló”).
Ahí estaría, quizás, uno de los pocos peros que podría ponérsele a su exposición. Una de las tesis de la extraordinaria exposición sobre Pasolini que puede verse ahora en el CCCB es que “Saló” es, evidentemente, la última película del cineasta, pero únicamente por el hecho de que fue asesinado después de su rodaje. Estaba lleno de proyectos, en plena actividad, y nadie sabe qué habría deparado su filmografía posterior. En cambio, al ser “Saló” su último film, da pie a que se considere esa como su obra definitiva, y a estructurar el sentido de toda su producción en referencia a ella. Como, en cierta manera, ha hecho hoy Aller…
Ha corregido un poco el tiro al final, hablando de la inocencia como también un aspecto del cine de Pasolini, pero, según él, “secundario”. Personalmente creo que esa mirada hacia la inocencia, la alegría de encontrarla, es absolutamente indisociable de su cine.

martes, 25 de junio de 2013

Mesa redonda Pasolini en el CCCB

Ha empezado muy bien la mesa redonda de hoy en el CCCB sobre Pasolini. Ingrid Guardiola ha presentado a Jordi Balló (que ha vuelto a exponer alguna de las reflexiones que, de alguna forma, han modelado la magnífica exposición de unos pisos más arriba), a Julià de Jòdar (que ha entrado fuerte y punzante diciendo que quienes habrían podido hacer por aquí de Pasolini estos últimos 30 años se pusieron a hablar de gastronomía y fútbol, y asegurando que ya estábamos a un nivel superior, devastador, al del consumismo detestado por Pasolini, aquél en el que cada uno debemos pensar en nosotros mismos como empresa), y a Javier Pérez Andújar (que nos ha ofrecido un recorrido por la familia de Pasolini como sólo él puede hacerlo, para centrar el debacle familiar que –ha dicho- fue realmente su trágica vida).
Pero luego, a decir verdad, entre la mesa y el público se ha entrado en una serie de consideraciones deslavazadas que, desde tan buen arranque, (me) han llevado hasta una cierta insatisfacción, por las expectativas no cubiertas. Al final, la moderadora ha preguntado si alguien quería hacer la intervención final, y no se ha oído nada. Quizás únicamente el batir de alas de unas aves rapaces sobrevolando el descampado de Ostia donde le asesinaron.

lunes, 24 de junio de 2013

Alam Ara


Es una imagen extraída de un fotograma de "Alam Ara (Ardeshir Irani, 1931), la primera película sonora india. Y parece estar explicando a gritos la cantidad de cine de interés que aún nos falta por ver.

domingo, 23 de junio de 2013

La pérdida del deseo de cine

Ya se ha oído más o menos lo mismo por todas partes, pero no por ello deja de tener razón. Lo dice en "Les Inrockuptibles" 908 (final de abril), donde le dedican portada, varios artículos y entrevista. Traduzco de forma aproximada:
"Antes, el cine era un acontecimiento, suscitaba un deseo, era un media magnífico. La gente ha perdido ese sentido de la experiencia. El cine necesita ser sentido y vivido de una cierta manera, en ciertas condiciones: aislado en una sala oscura, sobre pantalla grande, con calidad de sonido. Todo ello cosas que le dan su poder de fascinación.
En internet crees ver el mimo film, pero no apercibes más que su tercera o cuarta fotocopia. Eso hace resentirse a la creación: las películas se convierten en baratas, se banalizan. Pasan a ser pop-corn. Ves un film, y luego pasas a otra cosa."
No he conseguido saber quién ha hecho la foto de David Lynch, que se atribuye a Chanel Sundance.


sábado, 15 de junio de 2013

El rayo verde

La foto nº 40 de este álbum sobre publicaciones relacionadas con el mundo de los cine-clubs, ideado por Julio Lamaña Orozco es una aportación -que se agradece en lo que vale- de Miguel Martin Maestro. Aporta esta atractiva foto de portada y el programa de la temporada actual (que no puedo incluir por aquí) de un loable cine-club de Palencia, y lo comenta así:
"El cine club Calle Mayor ha cumplido este año 50 años, edita una revistra trimestral con la programación (una proyección a la semana, los lunes) y descansa el trimestre de verano. Luego, una vez al año distribuyen "El rayo verde" donde se analizan las películas proyectadas, o parte de ellas, con mayor profundidad, de hecho el último número se dedica especialmente a Carax y Bonello. Para una ciudad como Palencia me parece un lujo extraordinario. El precio por trimestre para los socios ronda los 36 € y suelen ser entre 10-12 proyecciones en una sala comercial que se alquila para ello, antaño se hacía en un colegio de curas."


viernes, 7 de junio de 2013

I circoli del cinema


Hay un fondo común en el cine-clubismo repartido por todo el mundo. Pero Julio Lamaña Orozco, en esta foto 39 del tema, recalca las diferencias evidentes entre, por ejemplo, el de Italia y el de España:

Un altre model per copiar? Al 2007, l'Associazione per Iniziative Cinematografiche e Audiovisive edita aquest llibre-cens sobre els cineclubs italians. Són senzilles fitxes de cada cineclub organitzades per regions segons les diferents federacions a Itàlia: la ANCCI, la CGS, CINIT, CSC, FEDIC, FIC, FICC, UCCA i UICC, 9 federacions a un sol pais!!! A la introducció hi ha una breu història de cada federació, el que permet una introducció a la riquesa del moviment cineclubista italià del que han sortit figures internacionals molt importants com Fabio Masala, De Sanctis, Napolitano, Paolo Minuto, Cesare Zavattini, Carlo Lizani.... L'actual president de la República va ser cineclubista! Encara recordo l'impacte que vaig tenir a l'Assemblea General de la FICC internacional a Loreto (2009) quan va arribar una carta del President de la República italiana Giorgio Napolitano desitjant-nos bona feina. Intentava imaginar-me alguna cosa aquí a Espanya rebent una carta del Rei, o del President de la Generalitat. Ciència ficció... Paolo Minuto em va regalar aquest llibre.


Week-end en Ingenieros

Foto 38 de este álbum, ideado por Julio Lamaña Orozco, sobre publicaciones del mundo de los cine-clubs:
Programa del “Week-end en Ingenieros”, un fin de semana con un maratón de películas presentado por el Cine-club Ingenieros en los años 70.
Cuando el stock de películas prohibidas en España durante el franquismo era enorme, se empezaron a organizar “week-ends cinematográficos” en el sur de Francia. Uno de los organizadores de estas sesiones fue el Cercle Lumière, que también debería pasar por este álbum.
En el Cine-Club Ingenieros, con sede en la escuela de la Diagonal de Barcelona, tuvimos la idea de hacer algo parecido, pero sin pasar la frontera.
En este caso la cosa empezaba el sábado por la tarde (en ese entonces, en Ingenieros, los sábados por la mañana eran lectivos) y se prolongaba por el domingo y el lunes, a la sazón lunes de Pascua, festivo. Hubo otros. Recuerdo que en uno posterior acudí –por primera vez- al Ministerio de Información y Turismo, para –ya que eran películas que no estaban prohibidas- anunciar el evento. El funcionario, después de pegarme bronca, casi se muere del susto cuando le dije que no se trataba de una, sino de 48 películas las que íbamos a pasar de golpe: “¿Y todo eso ibais a pasar sin pedir permiso?”). Funcionó la mar de bien hacerse el tonto, y ya no volvimos más.
Viendo el compacto programa, veo que siempre comportaba, para cada sesión, un cortometraje underground, en general de Antoni Padrós, pero también de otros realizadores de cine independiente. Y luego, sesiones dobles explosivas. El viernes por la tarde, por ejemplo, tras visionar el “Dafnis y Cloe” de Padrós, se pasaba al programa doble “La Vergüenza” (Bergman, 1968) y la infumable “Simplemente María” (1972), colocada ahí precisamente con afán provocador y para ocasionar una buena juerga. Aún recuerdo la mareante panorámica circular que emprendía la cámara para evitar mostrar el cuerpo de María cuando caía en el pecado y echaba una cana al aire, vencida por el macho.
Los otros dos días, las sesiones –agotadoras, en grupos de mañana y tarde- empezaban a las 10h de la mañana y estaba planificado que acabaran tras el pase de las 20h, que se solía prolongar hasta bien entrada la noche, por los retrasos acumulados.
“La novia vestía de negro” (Truffaut), “Toma el dinero y corre (Allen), “Campanadas a medianoche” (Wells), “Tráfico” (Tati), “Fata Morgana” (Aranda), “Pasión” (Bergman) eran los largometrajes de este week-end. Los cortos eran de Padrós, Ruiz Balerdi, Betriu, Blanco, Manolo Gutiérrz Aragón, Gerardo Malla y Antonio Drove. Con este programa, bastante “comercial”, se quería también recaudar fondos para seguir con la habitual programación “marginal”, que tenía su público fiel, pero no arrastraba multitudes.
“Sólo para cinéfilos y masoquistas (o ambas cosas a la vez). Demás abstenerse.”. señalaba el programa. El abono para todo el week end, 150 pesetas…


jueves, 6 de junio de 2013

Pasolini Roma


Está muy bien que sea el comisario el que te explique su exposición. No la ves, la sobrevuelas, pero te da una base de trabajo muy buena para entrar a fondo en próximas visitas. Hoy Jordi Balló lo ha hecho con “Pasolini Roma” (CCCB, hasta el 15/9) que no es una exposición sobre Roma, sino un extraordinario recorrido por la trayectoria de Pasolini. Es verdad que arranca con la visión desde la ventanilla del tren que le acerca a la Roma en la que va a vivir, huyendo con su madre de Casarsa, y que en cada zona de la exposición hay mapas de la época que detallan los diferentes lugaresPasolini (su casa, su sitio de trabajo,…) de los más variados barrios deRoma. Pero la materia de fondo -¡y qué materia!- es Pasolini.
Dice Jordi Balló que han intentado una exposición directa, de Pasolini al visitante, sin la voz del comisario (Alain Bergala, Gianni Borgna y él). Colocan, para cada etapa, los dibujos y pinturas, pero sobre todo los documentos (cartas, fotografías, films) que permiten esa relación. Y de tanto en tanto puedes abstraerte un poco, coger un auricular y oír de su propia voz recitar: “Io sono una forza del passato…”

Yo tenía el “Saló” pasoliniano, tras la abjuración de la trilogía de la vida, como una losa final. Uno de los objetivos de la muestra era, ha dicho Balló, hacer ver la vitalidad de Pasolini cuando le asesinaron. Saló era una película fruto de la desesperación, él estaba desesperado (ya lo decía desde hacía años, con esa visión precursora sobre la TV) por la destrucción causada por el consumismo inculcado. Pero no estaba quieto, hacía cosas. Tras ese impresionante discurso de Alberto Moravia en el funeral dePasolini, en otra sala se hace mención de la novela casi acabada y en otra más de las fotografías de Dino Pedriali (como la de más abajo) que muestran a un Pier paolo Pasolini pleno de actividad dos semanas antes de su asesinato.
Quien haya sentido en alguna ocasión atracción por la figura de Pasolinitiene en el CCCB una cita inexcusable, de esas que no abundan.

miércoles, 5 de junio de 2013

John Ford en el CC Sabadell


Del histórico Cine-club Sabadell, un típico dossier de los clasicos ciclos de cine-clubs como foto número 35 de este álbum sobre publicaciones ligadas al mundo de los cine-clubs
Clàssica publicació dels cineclubs dels anys 70’. Aquesta és del Cineclub Sabadell de l’any 1973 dedicat al cicle de John Ford. És un recull de textos organitzat pel Sebastià Serra. És una recopilació de textos de les publicacions “Hablemos de cine”, “Documentos cinematográficos”, “Cahiers du cinéma”, “Film ideal”, “Positif” … i alguns d’ells traduits al català. De la col·lecció de publicacions de la Federació catalana de cineclubs


 

Premis Sant Jordi


En la entrada número 24 de esta serie hablábamos de “Cinematògraf”, una publicación de la Federació Catalana de Cine-clubs que tenía un objetivo de historiar en varios terrenos, y uno de ellos el de los propios cine-clubs. En uno de sus números, y concretamente en un artículo de Jordi Torras se puede encontrar esta historia de los “Premis Sant Jordi” (que siguen dándose para otros conceptos del espectro cinematográfico) que se entregaron al “mejor cine-club”.
En la relación de cine-clubs premiados hay nombres de cine-clubs que aún existen y siguen dando mucha guerra, otros ya desaparecidos. He encontrado este papel que me parece puede resultar curioso, mientras buscaba más material que poner aquí, mientras no se reciban aportaciones de otros…
Ésta es la entrada número 36 de este “álbum” propuesto por Julio Lamaña Orozco, que intenta ir aportando documentos de interés sobre el mundo de los cine-clubs.


 

El moviment cineclubista hindú


En esta entrada número 37 de este álbum, Julio Lamaña Orozco nos lleva nada menos que hasta la India, para presentar este libro sobre la historia de su cine-clubismo:
Si parlem de la India i del seu cinema tot sembla monumental. Malgrat que segurament tots tenim al cap únicament Satyajit Ray, la realitat del cinema a la India és molt més gran, per suposat. Ray és considerat també el pare del cineclubisme al fundar el Cineclub Calcuta en 1947. El moviment cineclubista indi actualment és enorme, organitzat en diferents federacions regionals que són coordinades per la Federation of film societies of India (nascuda el 1959).Aquest llibre de 300 págines i compilat per H.N. Narahari Rao fa un exhastiu repàs per la història del cineclubisme a la India. Ens parla de la influència del cineclubisme britànic a la India, el cineclubisme indi als anys 50', una història de la federació i de les seves activitats per tot el pais, la relació amb la filmoteca India, publicacions, homenatges, en fi... un llibre molt ben editat i que podria servir d'exemple a altres federacions. Editat al 2009 a Bengala. És un regal de l'amic cineclubista Premendra Mazumder.


 

domingo, 2 de junio de 2013

Tierra de nadie

Dicen que los cines que quedan mantienen una película en cartel más de una semana si el primer fin de semana ha ido bien. Si el Verdi sigue esta práctica, me temo que “Tierra de nadie” (“Terra de Ninguém”, Salomé Lamas, 2012) no durará (éramos 8 en la sesión de las 7), y eso sería una lástima, porque no es un film fácil, y se habría de premiar el valor de presentarla, por una parte, y por otra porque sales del cine con la constancia de haber visto una película muy estudiada y escrupulosamente realizada, y además con una serie de cosas aprendidas.
Salomé Lamas sienta a Paulo de Figueiredo en una silla, coloca su cámara frontalmente y le va haciendo hasta del orden de 100 preguntas (que no se oyen, pero se intuyen) en grupos de sesiones diarias,. Y el personaje, un personaje increíble, va repasando su actividad en Angola en los años 60, mínimamente su trabajo de guardia de seguridad en la metrópoli, haciendo trabajos para la CIA en Latinoamérica,… y siempre sin ningún tapujo, sin pelos en la lengua: comenta que “eliminó” a éste o a aquel con un gesto del brazo, como si apartase algo que molestaba.
Cuando llega a terrenos conocidos (trabajó para los GAL, y fue condenado por ello), te revuelves en la butaca, porque te van casando todas las piezas de algo conocido, pero nunca dicho con esta claridad.
Figueiredo tiene la proximidad del peluquero, del parroquiano del bar que te cuenta una historia a la vez que te va dejando claro su carácter, explicándote que la sangre es como una droga de la que no tienes escape, y dejando salir su “ética”, una ética que le permite efectuar un sinnúmero de asesinatos, pero aborrecer a quienes hagan daño a niños o mujeres.
A todas éstas, Salomé Lamas, que hace acrecentar la admiración por esta última oleada de documentalistas portugueses, como dice ella misma en una de sus escasas notas para centrar el tema, no da a conocer su verdad, limitándose (aunque no es verdad) a dar alas a la de su personaje. Un personaje que llega a decir una frase terrible: “Si la justicia no lo hace (matar a los que considera cobardes), alguien lo tiene que hacer”.

Nordon-Comolli: La música, la fotografía, la poesía

Hay veces en que te cansas del tiempo vertido y perdido por este nuestro Facebook, muy lleno de cantidad de cosas muy banales, tópicas o pretendida y burdamente poéticas. Pero hay ocasiones en que ves que ese tiempo no sólo no se ha perdido, sino que te ha rendido enormemente. Es lo que me ha pasado leyendo, un poco con vergüenza, porque se trataba de una conversación entre ellos, las frases que intercambiaron anoche dos grandes conocedores del cine, Vincent Nordon y Jean-Louis Comolli, a tenor de una fotografía publicada por el primero.
La fotografía, el cine y la poesía misma se definen en esta extraordinaria conversación como no creo que pueda oírse en ninguna clase sobre esas materias… Pongo aquí algún trozo, con el riesgo de perder la gracia del texto completo:
Comolli - C''est pourquoi il convient de se méfier de la photographie. Elle nous fait sortir du temps. Hors du temps, hors de l'histoire, c'est une entrée dans l'Enfer. Nous aimons le cinéma parce que nous aimons que les images meurent.
Nordon - Oui, comme j'aime la musique ("là où les mots meurent commence la musique" - H.Heine) – La photographie comme une entrée dans l'Enfer, oui, cher Jean-Louis Comolli très bien vu.
Comolli - Wittgenstein aurait facilement raison de cette affirmation, puisqu'elle est faite de mots, qui disent la mort sans mourir eux-mêmes. Là, le langage n'est pas performatif. Ce qu'il annonce se produit peut-être mais ne l'abolit pas. Victoire de la poésie!
Nordon - Là où les mots meurent, la poésie –
Comolli - Oui, la poésie comme le seul au-delà du langage. (…)poésie signifie exactement comment sortir du langage en l'utilisant. Je choisirais volontiers ce paradoxe pour définir le cinéma : comment sortir de la représentation en passant par elle.
Nordon - "Exact!" - comme aurait dit notre chère Danièle Huillet.
(No sé quienes son los autores de las fotos de Vincent Nordon y Jean-Lois Comolli. Quizás la primera es de Gerard Courant, o al menos está sacada de la presentación de uno de sus “carnets”. Ahora veo que debía haberle puesto también a él –justicia poética- con sombrero, pero no he dado con la foto apropiada…)

Kubrick fotógrafo


Ya acabando “Donde la eternidad envejece” (César Antonio Molina, Destino, 2012), me encuentro en él con unas frases muy pertinentes dedicadas al inicial Kubrick fotógrafo, y otras en las que describe una de sus fotos en concreto, que corro a cotejar en esa “casi todas las maravillas a nuestro alcance” que es Google:
“Kubrick, el joven fotógrafo, admiraba también a los pintores expresionistas alemanes, Grosz, Otto Dix o Max Beckmann. El homenaje a todos ellos se lo hizo retratando magistralmente a George Grosz en medio de la Quinta Avenida. El pintor, elegantemente vestido, a caballo sobre una silla en la que reposa sus brazos, con un gran puro en la mano derecha que deja ver los gemelos de la camisa, tiene la mirada perdida, ensimismada en el movimiento frenético de la ciudad. Las personas lo evitan y los coches emiten un sonido infernal. Mientras tanto, él, impávido, bajo o junto a un cartel que impide aparcar. Esa postura contestataria del pintor frente a la cámara resume toda la crítica social de su obra.”