Pues lo he visto ahí en Mubi tan bien dispuesto, estando como estaba para mí tan perdido en la noche de los tiempos, que me he pasado un Godard pre-98, que me ha sentado la mar de bien.
“Quince hechos concretos” (quince episodios) se anuncian en este “Masculin, femenin” (1966), que deben confrontar lo masculino y lo femenino, sí atendemos al título.
Llega el femenin, Chantal Goya (luego aparecerá, entre otras, una pecosa Marlène Jobert), al café. Frente a la lectura reflexiva de él, ella, nada más sentarse en el café, echa mano del espejo y se arregla el pelo.
Trufado de elementos de todo tipo, como todos los Godard, en blanco y negro después de la eclosión de color de Pierrot le fou, encontramos en ella desde citas más o menos encubiertas (el personaje de J-PL dice salir del servicio militar, por lo que es, realmente, como Antoine Doinel), sentencias lapidarias, manías cinéfilas (Paul yendo a protestar al proteccionista por estar pasando la película en un formato equivocado), reflexiones políticas o sociales, etc.
“Masculin, femenin” se anuncia como “una encuesta sobre la juventud y el sexo en Francia en 1965”. Ya me gustaría que alguna de las películas que se estrenasen hoy en día, como quien no quiere la cosa, despreocupadamente, realizara una encuesta como ésta y nos dejara entrever tal como ésta, en ligeras pinceladas, sus resultados.
En lo de Masculin, femenin, un diálogo entre amigotes:
-En la palabra masculin hay masque y cul.
-¿Y en femenin?
-En femenin, nada.
Pero, como veremos, la última imagen nos informa de que FEMENIN contiene el FIN con el que se cierra, como se cerraban todas entonces, la película.
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