jueves, 30 de noviembre de 2017

Marin Karmitz, bande à part


- La suya es una productora que tiene como siglas sus iniciales - le dice una periodista.
- Pero también son las iniciales de un buen coche (un Jaguar) y de una metralleta - contesta él, con un cierto brillo retador en sus ojos.

Amigos, familia, él mismo, intentan reflejar en "Marin Karmitz, bande à part" (Félix von Boehn, 2017), que ayer pasaron en TV5Monde, la personalidad del productor, distribuidor y exhibidor francés de origen rumano de referencia en cada uno de esos campos.
Como resultado del documental, se va configurando la idea de una persona algo paranoica, obsesiva con la muerte y con el cuidado a tener sobre la traza que uno va dejando atrás.
Éste es el tipo de programas de TV que me gustan.
(En la fotografía, Marin Karmitz ciertamente tocado por la emoción de encontrarse junto a la escuela a la que fue de pequeño, recién llegado a Francia)

Manuela Morgaine en la Filmoteca


Hace unos años recibí en casa un DVD singular. Había participado en un crowdfunding y la compensación era gozar de un disco con el extraño, pero fascinante resultado de la apuesta; una mezcla de film d'art, documental y pieza de diario, con estruendosos rayos, realizado por Manuela Morgaine. Ahora Manuela Morgaine viene a Barcelona, a la Filmoteca, para pasar sus dos últimas piezas ("Another world. Ceux qui arrivent par la mer" y "Je m'apelle. Je demande la lune") y hablar con Marina Vinyes de "La vida de las historias. El testimonio filmado", en base a esos dos films y su temática. Ambos tienen por protagonistas, por lo que veo, a inmigrantes o refugiados y al menos el primero, en palabras de Manuela, lo hizo buscando una forma que encerrara esa tragedia.
Será el martes 12 de diciembre, en la sala Laya de la Filmoteca. Yo no podré estar ahí ese día, pero seguro que el tema, o las subyugantes imágenes de Manuela Morgaine, pueden atraer a más de uno.

Sameblod


Es verdad que para que una película gane un premio Lux del Parlamento Europeo parece necesario que deba tratarse de un film de lo que buscaba hace mucho tiempo el Festival de Valladolid, los "valores humanos". Es verdad también que de las tres películas finalistas de este año, que se pasan estos días por la Filmoteca, al menos la primera (sobre el SIDA) y esta "Sameblod" (Amanda Kernell), que se pasó anoche, pueden incluirse sin problemas bajo esa etiqueta.

Ahora, dicho ya esto, también yo diría que "Sameblod", que es, si no me equivoco, la coproducción sueco-noruega-danesa que se ha llevado el premio, se ve con vivo interés en buena parte de su metraje. O yo la vi así, vaya.

Elle Marja es una vieja enfadada y terca que acude arrastrada al funeral de su hermana, una mujer inmersa en la comunidad de la etnia Sami. Pero ella dice no entender su idioma, aborrece sus canciones, detesta que la puedan confundir con una de ellos. Todo eso merece de un buen flash-back que nos explique cómo ha llegado a esa situación, y esa vuelta atrás aclaratoria es la que ocupa casi toda la película.

En ese flash-back vemos como Elle Marja es enviada con su hermana del campamento de Samis en el que cuida de un rebaño de renos a un estricto internado para los de su grupo. Allí se verá rechazada por los suecos, pasará una denigrante revisión médica para medir sus trazos raciales y será casi literalmente marcada como hacen ellos con el ganado. El argumento es bastante previsible, y ciertas cosas se notan acentuadas hasta el extremo, porque es lo que toca en estos tiempos, de la misma forma que no acabamos viendo del todo factible la existencia de esa madre indígena que más parece una modelo nórdica. Pero debo reconocer que no es que me haya identificado con esa protagonista algo desgraciada físicamente en comparación con esas beldades suecas que en ocasiones la rodean, pero si que me he dejado vencer por la tensión creada por la chica con sus ganas, su enorme voluntad, de avanzar a toda costa en su proceso de asimilación integral, dejando atrás su mundo, que ve que le es un lastre para sus ambiciones.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Cultura Film: Filmar el trabajo


Recuerdo haber ido también al CCCB a la presentación de un número temático anterior de Cultura Film, la revista filmada que llevan JG Guerra y Olga Ponoko, en esa ocasión dedicado a "Filmar un espacio interior". Hoy le tocaba el turno al dedicado a "Filmar el trabajo". Sí: Tienen una habilidad especial para escoger temas.

Diez piezas cortas han compuesto el programa de hoy. Bárbara Mateos ha extraído un magnífico fragmento de su largo "Ad ventum", mostrando a una cuadrilla de una región portuguesa subiéndose por los alcornoques y extrayéndoles su corteza de corcho, luego comiendo en corro y mostrando globalmente una forma de producción antigua, que milagrosamente sobrevive. Omar Blanco relativiza en su "Brocken Clock" el tiempo de trabajo, comparándolo con los ritmos del universo. Miguel Blasco ha aportado la pieza más divertida con su "Trabaja en cosas que no le reportan mucho dinero y, sin embargo...", una especie de diario personal que de forma ligera pero tocando fondo sólido puede ir ampliando por los diferentes temas que le planteen los de Cultura Film. Tito Montero, en su "El esplendor", habla del trabajo a partir de su ausencia, filmando las ruinas de una fábrica de loza que daba trabajo a 140 obreros asturianos. Gloria Vilches ("El farero de Salvora") se refugia en un trabajo de leyenda. Su tío, Julio Vilches, se jubilaba este año y dejaba el faro -hoy automatizado-. Coge el pasado verano una cámara de S8 (lo que da a la película una textura especial) y se dirige a la isla del faro, a hacer tomas y entrevistar a su tío, que repasa los más de 20 años que ha pasado ahí. Enric Miró da cuenta en "L'echo des jours" de que eso de los días laborables es como el día de la marmota. JCGuerra presenta un buen método, fruto de la experiencia, para el rápido fregado de toda la vajilla en su pieza, que lleva el irónico título de "Alta cocina". Y así.
A mano alzada, el respetable ha preferido el tema de "Filmar el olor" al de "Filmar el sonido" para el siguiente número temático de la revista filmada. A ver qué da de sí.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Dix jours dans la guerre d'Espagne

En el centro, subido en la plataforma, Joseph Kessel.
Lleno de contradicciones, el documental "Dix jours dans la guerre d'Espagne" (Patrick Jeudy, 2016), que anoche pasó La 2 es, con todo, interesante. Por diversas causas.
Jeudy es un realizador que veo ha hecho documentales tanto sobre temas políticos como sociales, pasando por alguno sobre Marilyn. Vamos: un poco de todo. Aquí coge los diez reportajes que Joseph Kessel publicó bajo el nombre de "La guerre est à coté" en noviembre de 1938 en Match y France Soir a partir de su visita el mes anterior a España, junto al fotógrafo (de modas) Jean Moral, en los que da cuenta de sus impresiones. Pero no lee extractos de esos artículos, sino que únicamente los comenta, mientras que un dinámico montaje de filmaciones de época y unas cuantas de las fotos de Moral los ilustran. Una parte de las filmaciones se han visto bastante, pero otra parte no, aunque TVE se ha sumado a la grosería de otros canales y cortó tras su pase bruscamente los títulos de crédito en su inicio, con lo que me he quedado sin saber de qué archivos habían salido.
Todo es un poco extraño, cómo debieron ser extraños -más literarios que informativos, buscando el efecto- los artículos de Kessel en su día. Parte para España bastante tardíamente, en octubre de 1938, cuando casi todo el conflicto con los nacionales e interno en el bando republicano ya se ha decantado. Salvo un primer recorrido en autobús desde la frontera hasta Barcelona, se aprecia que Kessel debió venir, supongo que por su fama adquirida, con un buen presupuesto. Tras unos días en Barcelona va en barco a Valencia y, desde ahí, por carretera a Madrid. Recorre las calles de la capital, acude a sus teatros y cafés, se da cuenta de la penuria de la gente, que refleja en sus artículos, pero la guerra no es más que un constante fuera de campo, hasta que el último día bombardean la ciudad. Con sangre de primera mano ya vista y explicada (las bombas han alcanzado un comedor y causan víctimas. Al día siguiente repara, además de la sangre, en los restos de sardina aún en los platos), parte hacia Alicante, desde donde finalmente puede coger un vuelo de regreso a Francia.

viernes, 24 de noviembre de 2017

La silla de Fernando


Esta noche, en La 2, colocan en una habitación una silla para que se siente ahí Fernando Fernán Gómez y se ponga a hablar de su vida, de su trabajo y de su forma de ver las cosas. Un lujo inaudito, y una velada estupenda para quien quiera y sepa escuchar.
"La silla de Fernando" (David Trueba y Luis Alegre, 2006) está programada, según leo, para las 22,10 h. Pero mejor asegurarse un poco antes, no vaya a ser que se adelante su proyección. No es cuestión de perderse algún trozo en que hable, por ejemplo, con sus inolvidables tono y voz a los que nos acostumbró, de cuando empezó a hacer de actor o de cualquier cosa.


 

jueves, 23 de noviembre de 2017

Call Northside 777

¿Un relato periodístico sobre una investigación periodística sobre un crimen del Chicago de la época? Trepidante. Aquí:
Pere Montaner
3 h
HOY VA DE CINE Y REALIDAD
Marga Iriarte nos cuenta muy bien una película en La Charca Literariahttp://lacharcaliteraria.com/inocencia-rescatada/

La deuxième nuit



Empieza a ser un viejo conocido. Es lo que tiene haber visto ya un par de sus piezas, que entran de lleno en eso del cine personal, íntimo. Del programa dedicado a Eric Pawels sólo pude asistir durante la semana de L'Alternativa a su "Les films rêvés", pero al ver ayer el anuncio de Filmin de que hasta el 10 de diciembre ponían a disposición varías películas de L'Alternativa, y entre ellas "La deuxième nuit", lo tuve claro.
Segunda pieza de "La trilogía de la cabaña", parte de una idea similar a "El libro de mi madre", de Albert Cohen, en literatura. La madre de Eric Pauwels se está muriendo y él se pone a recordar todo sobre su relación. Hace un repaso a momentos significativos. Recopila fotos, films familiares, que le van a servir para rememorarlos, así como hace recreaciones actuales de esos instantes especiales, que le han quedado grabados. Pero como el cine de Pauwels está compuesto por una sucesión continua de historias, visualizadas con sus montajes y contadas con su personal narración en la voz en off, aparecen por ahí también otros mini-cuentos (como el del señor que se parece a Buster Keaton que pasea por el barrio a su perro, a quien graba día tras día, hasta que se entabla una cierta complicidad entre ellos), que por momentos se escapan bastante del leitmotiv.

Se ha de explicar primero el título, y es lo que él mismo hace. Aparecen una serie de médicos que explican que el verdadero trauma de separación del hijo de la madre se da la segunda noche. La primera, agotados ambos por el esfuerzo del parto, suelen dormir, exhaustos. Es durante la segunda cuando el bebé se da cuenta realmente de la separación irremediable de la madre.

A parir de esa constatación, Pauwels narra otros momentos que, dice, le sentaron a cuerno quemado, desgarrándolo, o permanecen como cumbre de su relación: El momento en que vio a su madre alejarse de la escuela, dejándolo ahí en absoluta soledad, con otros niños como él, el descubrimiento del cine sentado a su lado, o esos otros episodios de placer intenso en que ayudaba a su madre con sus trabajos de plancha, colocada la tabla frente a una ventana, en una imagen que he buscado para colgar, sin éxito alguno.

Entremezclados, formando parte de las pequeñas historias, el film nos habla de las relaciones con su madre de Pasolini o Camus, nos explica el cuento que Robert Walser se imaginó viendo las figuras de un niño y su madre caminando por un bosque en un cuadro.

No todo son imágenes que, al menos yo, acepto con agrado. Alguna, por su "perfección estética", algo edulcorada, me llega a molestar un poco. Pasa algo parecido a, en "Les films rêvés", ese strip-tease que se quiere onírico y deja más bien atónito. Pero en general se trata de imágenes que abren por si sólas la puerta a las pequeñas narraciones que van sucediéndose. Pawels las muestra todas ellas enlazadas a un mismo ritmo, con su voz en off como conductora, en la pantalla cuadrada del pequeño formato, como si abriéramos por un momento una caja de sorpresas.

Anoche, en la placidez de una de esas historias, me he quedado dormido ante la pantalla, y me he despertado viendo en ella unas fotos que el sistema hace mover de un lado a otro cuando ya toda la actividad se ha acabado. He vuelto hacia atrás y me he vuelto a sumergir entre esas pequeñas historias que Pauwels recogió de entre la segunda noche narrada (la segunda tras su nacimiento) y esa segunda segunda noche en que su madre ya no estaba por ahí. Una experiencia -ahora, por poco tiempo, en Filmin- de lo más recomendable.

martes, 21 de noviembre de 2017

La fille de Monaco


Vaya por delante que la considero una mala película, que en todo caso no justificaría la fama que me dicen tiene merecidamente ahora su directora, Anne Fontaine. Pero si alguien es forofo de Fabrice Luchini, como lo es un servidor, le aviso que tiene en ella dos o tres escenas muy suyas. Justo cuando se inicia le vemos, por ejemplo, ligando con éxito, cuando empieza a reflexionar en voz alta, temeroso, sobre los problemas a que puede conducirle seguir adelante en la relación. O, más adelante, abogado de fama desplazado a la ciudad de Marsella (ya se sabe que viste bien la toga) para defender a Stéphane Audran, se queda embelesado por una beldad cuando ve que le dirige, sorprendentemente, su atención.
"La fille de Monaco" (2008) parece que vuelve a pasarse por TV5Monde el 24 de noviembre por la tarde. A ver sólo, pues, por Luchinólogos. Aunque salga también la actriz y ex-mujer de Chabrol, prácticamente sólo presta su rostro. Y Jeanne Balibar, otro posible atractivo de la función, tiene sólo un cortísimo papel.

domingo, 19 de noviembre de 2017

A fábrica de nada

Añadir leyenda

Hay que estar atentos a la programación de L'Alternativa, que hoy domingo sigue dando guerra en su última jornada en el CCCB, con varias proyecciones y, entre ellas, las de tres largometrajes premiados. La primera, la de la película que se ha hecho, como en otros sitios en los que se ha presentado, con el premio gordo, el de la sección oficial de largometrajes, la inconmensurable "A fábrica de nada" (Pedro Pinho).
La mujer de un obrero de la fábrica aguanta dignamente la estudiada propuesta de la especialista en recursos humanos.

En realidad sí que presenta varias características mensurables, como su duración (tres horas), su elenco artístico (del nivel al que nos tiene acostumbrados el reciente cine portugués), o su elaborada planificación, que sostiene, mediante estudiadas alternancias entre escenas íntimas, de reflexión política y de dinámica social, algo así como el "estado del arte" de la llamada "crisis económica", ejemplificada con un sonado caso de ocupación fabril por parte de sus obreros ante el abandono patronal, ya interesado en otras dinámicas.
Las reflexiones internas a que lleva la paralización de la actividad.

Así explicada la función podría pensarse que uno que acuda a ver la película va a encontrarse con un buen tostón, pero nada más lejos de la realidad. Cualquiera que acepte el envite se verá atrapado por el juego psicológico presentado tanto en la vida familiar de alguno de los protagonistas como en el correspondiente a las relaciones entre los obreros y en las reacciones de éstos con los sibilinos planteamientos que les efectúa la especialista de recursos humanos de turno.
El que quizás es el principal protagonista de la función, al que seguimos hasta en cuanto a la evolución de su situación familiar, seguido por el teórico lanzando planteamientos y vías de actuación política.

No nos ahorra tampoco la película la a veces apaleada estrategia política de base, encarnada en un teórico extranjero que llega a la fábrica como quien va a un laboratorio social (aunque se encuentre con una pista de juegos para matar el aburrimiento y hasta con un episodio de comedia musical), a ver a dónde lleva el experimento. Ni una reflexión genérica que, aún con la emocionante presencia de la canción final de Zeca Afonso mientras aparece la significativa dedicatoria de todo el film, nos hace partícipes de una evidente, lúcida conciencia de la inviabilidad actual de ciertas posturas que tienen bastante de quijotesco, de no ser que se produzca un cambio global que por el momento no se vislumbra por ningún lado. En éstas, no obstante, estamos.
El padre del protagonista le conduce a mostrarle la bestia alternativa que ve a la situación.

Obreros dándose de lleno con una paradoja que desconocían.

El mar y el cemento



Hoy aún hay tiempo para ver, en el Auditori del CCCB, dos buenos largometrajes de la sección oficial de L'Alternativa: Por un lado, a las 19,45h, "El mar nos mira de lejos" (Manuel Muñoz Rivas). A las 21,45h, tras un cortometraje también premiado, "Taste of cement" (Ziad Kalthoum).
La primera es una hermosa película, con fotografía de Mauro Herce, rodada en los aledaños del Parque de Doñana. Junto a la playa, ajenos a la presión que les va cercando y que acabará expulsándoles definitivamente, unos cuantos trabajadores autosuficientes del mar y el contorno mantienen sus tareas en unas viviendas condenadas a la desaparición. El recorrido del agua, el flujo constante de la arena como metáfora de una forma de vida que, condenada, presenta su última resistencia. Pero no se trata en absoluto de una aproximación artificialmente estética. La vida, ya sea la relación del antiguo pescador intentando resituarse o ese recital colectivo del divertido "Corazón loco", brota jocosamente por todos sus poros.
En la segunda no tiene cabida el respiro jocoso. Pero en su narrado triple círculo diario sobre la actividad de un trabajador sirio en la construcción de un enorme rascacielos de Beirut, sorprende ver cómo las dualidades de todo tipo presentadas alejan a la película de una monolítica visión de los hechos. Es un film a la vez muy personal en un contexto global, con elementos de film de arte (sus imágenes y sonidos lo acercan en ocasiones al antes mencionado Mauro Herce) en medio del engranaje de un documental de mirada política y social crítica. Va saltando de la luz a la oscuridad, de las alturas a los subterráneos, etc.


 

sábado, 18 de noviembre de 2017

Les films rêvés

El jardín con la cabaña de "Les films rêvés" y otros de Eric Pauwels.

La caja de los films soñados se ha abierto hoy en L'Alternativa, las historias han empezado entonces a desbordarse y ahora ya es difícil desentenderse de ellas. Ha sido en una sesión de apasionantes tres horas, en la paralela dedicada a Eric Pauwels, que esperemos después de este festival pase a quedar ahí, como referente.
Marcas en el viaje.

Tras una clasificación de las películas (que impulsan a viajar o lo contrario, etc) Pauwels se pone a enlazar la historia de Ulises con muchas otras historias de viajes, recuerda a su madre, coloca a Jean Rouch como eje de casi todo, y explica como narrador, al estilo de Alain Cavalier (¡le je filmé!) venga cosas, volviendo siempre a la araña tejiendo su tela, las ranas curiosas y la cabaña de su jardín. Más las vías de tren que llevan al viaje.
Más marcas.

En un momento, una de las historias (la del que se dice, dejando pasar a una bella mujer, "¡Oh, tú, a la que habría amado!") uno la enlaza con "Las mujeres que desconocemos" de Miguel Marías y José Luis Guerín (hasta aparece una chica sonriente en bicicleta).
La historia de Han van Meegeren (foto) es de las más curiosas. Se le acusó y emprisionó como falsificador de Vermeer, cosa que siempre negó. Para demostrarlo, en la prisión pintó un nuevo Vermeer y fue puesto en libertad.

Quizás, como se concluye en el film, no se puede vivir sin sueños, mentiras e ilusiones.
"Les films rêvés" de Eric Pauwels aporta varios -muchos-de ellos.

Me han explicado que ha salido o va a salir un DVD sobre la obra de Pauwels. Habrá que estar atentos.

Los archivos de María Cañas


Es la mesa redonda inicial de L'Alternativa Profesional, que moderó ayer Josep Maria Català y contó con Stefanie Schulte, Paul Bell y María Cañas, para hablar de los archivos fílmicos. Pero yo me quiero centrar ahora en la impresionante performance que desencadenó la cariacontecida ponente de más a la derecha, la última de los citados, que hizo desternillar de risa al auditorio, en un efecto terapéutico (ella le llama la "risastencia") que al menos a mí me alcanzó de pleno.
Josep Maria Català la definió como un OVNI y ella cumplió con creces la expectativa generada. Empezó explicando cómo se sentía en una mesa tan erudita, presentando un vídeo viral de una niña oriental que intenta desastrosamente una y otra vez hacer dar vueltas alrededor de su menudo cuerpecito a un hula hoop, no dando pie con bola. Siguió explicando, ante los problemas para arrancar su presentación audiovisual, que su relación con los ordenadores era muy parecida a la de Hitler con la informática, para, ya entrando en materia, explicar que vive en el caos de los archivos, que tiene toda su casa ocupada por discos duros y consecuentemente todos sus abrigos en casa de su madre.
Centró su ponencia en el tema de los accesos a los archivos. Explicó que "Fachabook" le ha echado dos veces. Y que ha acabado subiendo sus cosas a YouTube (el "ojete popular", según ella), pero que, además de temer horrorizada la llegada del apagón digital, ha de soportar entonces estoicamente cómo le ponen delante a sus piezas un anuncio de 20 minutos.
Sobre las fuentes a partir de las cuales compone sus divertidas apropiaciones, señaló una norma que adjudicó a Godard -"No es de donde lo coges, sino a donde lo llevas" -que hizo saltar algo enojados a "la institución" -sus vecinos de mesa- y sobre lo inseguro que es todo soltó el clásico consejo de que "guardemos las cosas en papel".
Para redondear su concepto sobre la forma de actuar, su "risastencia", acabó volviendo a los vídeos virales: un extracto de un film en el que una mujer está dándole venga tortas no sé si es al Stallone o -mejor- a un forzudo, pero entregado Schwarzenberg, y otro más de un Perrito que coge de nuevo la mano de su ama, colocándosela en su pecho, pidiéndole más y más caricias.
Al acabar la sesión la fui a felicitar por su conferencia, pero modestamente me dijo que qué va, que había estado de lo más garrulo.

L'Alternativa 2017


Es Tess Renaudo, co-directora de L'Alternativa, presentando a Manuel Muñoz Rivas, que a su vez ha presentado hoy su magnífica "El mar nos mira de lejos". Con ella ya se han podido ver todos los largometrajes seleccionados (en mi opinión ha sido en general una magnífica selección) para la sección oficial del festival.
También es interesante ver ahora, con perspectiva, que todos los films vistos pueden ser considerados como primos hermanos, partes de una misma respuesta que se plantea contra un estado de cosas. Seré más preciso más adelante.
Mientras tanto, una recomendación personal por día restante, en base a lo visto:
- Mañana sábado se proyectará "Stranger in paradise" (Guido Hendrick), un clarividente, divertido y autocrítico film que, a lo tonto, presenta el compendio de las razones que se esgrimen en Europa en contra y a favor de la inmigración, y detalla los aspectos legislativos que se aplican.
- Pasado mañana domingo acabarán las sesiones oficiales con la proyección del rico y gigantesco (en varios aspectos, y entre ellos sus tres horas de duración) "A fábrica de nada" (Pedro Pinho), quizás tan largo por buscar ser la obra definitiva sobre el tema de las ocupaciones fabriles. Y mucho más...

jueves, 16 de noviembre de 2017

La postverdad

Macarena Recuerda, Josep Maria Català y Elías León Siminiani en el auditorio del CCCB, durante el.seminario de L'Alternativa.
Es difícil pescar actividades paralelas cuando estás siguiendo toda la programación oficial de un festival, pero esta mañana he podido asistir a la que llevaba por título "Verdades sombrías, mentiras luminosas: la postverdad en el documental contemporáneo" que incluía entre sus cosas L'Alternativa. Una mesa redonda sobre la postverdad conducida por Josep M. Català con Macarena Recuerda Shepherd y Elías León Siminiani y que estos dos últimos han ilustrado con la proyección de trozos de sus obras.
Ha dejado claro Josep M. Català inicialmente, cubriéndose las espaldas e intentando evitar que la cosa se le fuera por otros derroteros, que el tema de la sesión obedecía a un planteamiento previo a los últimos acontecimientos políticos del año.
También ha situado históricamente la cosa: La "Palabra del año", la nombró el Oxford diccionary, palabra que sufrió la apropiación desde ese momento por parte de todos los medios de comunicación, pero también se trata, en realidad, de algo tan antiguo como la mentira. Pero ha ido matizando: por una parte, explicando que la mentira es lo único real, mientras que la verdad absoluta no existe. Por otra parte, que no todo debe ser forzosamente negativo en eso de valorar sobre todo las situaciones emocionales, dándoles más peso que a los hechos.
Macarena Recuerda en una obra suya, ya muy "ficcionada".

Macarena Recuerda ha empezando presentando su trayectoria, dejando claro hasta una cierta postverdad en su nombre. Empezó en un colectivo, Amaranto, que en 2004 hizo su primera pieza, intentando "alejarse" del teatro y acercarse a la performance. "Llevar momentos de realidad a la escena". Luego formó parte del colectivo 96 grados, en el que tuvo lugar su "entrada en el plano ficcional". Crea entonces Macarena "Recuerda", una película a base de recreaciones de fotografías familiares y un Documental "realizado en directo" sobre un fotoperiodista, con fotos falsas, del que ha pasado alguna escena. Dice haber ido confirmando, con el tiempo, eso de que la verdad es muy relativa.
Un plano de "Conceptos Clave del Mundo Moderno", de Elías León Siminiani.

León Siminiani, por su parte, ha comentado que él aplica el factor "Rashomon": Cuéntame tú, y ahora tú, y ahora tú, para aproximarse a hechos como el del caso "Asunta" del que ha hecho una inesperada serie para Antena Tres. Se ha asombrado públicamente, hablando de sus primeros cortos ("Conceptos clave del mundo moderno"), de lo fácil que es utilizar unas imágenes para construir lo contrario. Finalmente ha recordado esa escena múltiple de "Cartas desde Siberia" de Chris Marker, en la que el mismo trabajo en una calle de unos obreros era presentada de múltiples maneras, totalmente opuestas entre sí: plenamente vigente hoy en día.
El espíritu del final de Liberty Valance ha sobrevolado la sala en varias ocasiones.

martes, 14 de noviembre de 2017

O surdato enammurato


Tras lo que ve, se desprende de la bandera que le hace de capa y arranca con “O surdato enammurato”. Una birria de película, pero con una enorme Anna Magnani dentro, que me emocionó en esta escena:

viernes, 10 de noviembre de 2017

El secreto de la cámara oscura

El modelo -en este caso la hija- debe ser inmovilizada por completo para que la foto no salga movida.

Pues sí. En Filmin estrenan “El secreto de la cámara oscura” (Daguerrotipo, 2016), rodada por el director japonés de atmósferas misteriosas Kiyoshi Kurosawa, pero en Francia.
No es –vaya por delante- en absoluto una película redonda. Pero sí guarda en su seno escenas, ambientes, muy atractivos.

Un Oliver Gourmet, el actor de los Dardenne, en un papel de extraño demiurgo, fotógrafo que inmovilizando a sus modelos durante un largo lapso de tiempo ofrece una sorprendente vida al daguerrotipo resultante. Una Constance Rousseau en el papel de su hija que, en su desamparo, me ha recordado por momentos a la Edith Scob de “Les yeux sans visage”. Un caserón destartalado que atenaza su vida y del que la quiere liberar el protagonista, Tahar Rahim, con el que juega Kurosawwa a identificarte.
El caserón destartalado donde tiene lugar buena parte de la acción.

No son éstas las únicas bazas con las que juega la película, que saca misterio de todos sus escenarios: Unos grandes pilares de hormigón junto a un fangoso río, el Jardin des Plantes o hasta una típica marquesina de café parisino. En ésta última, de repente, la cámara salta al exterior, viéndose entonces a la pareja hablando en su interior. Como espectador, piensas en un observador adicional, que no aparece por la pantalla.

Más típico, en la semioscuridad del caserón, plano de la espalda de Oliver Gourmet, sentado frente a su escritorio. Una fantasmal presencia se nos hace evidente. La banda sonora y el siguiente plano lo confirma.