domingo, 26 de abril de 2015

La chambre bleue

Al principio diríase (basada en un Simenon, entorno de provincias francés, policías y jueces en proceso minucioso de investigación) que nos encontramos ante un Chabrol de la última época. Bastante hay de eso en “La chambre bleue” (Mathieu Amalric, 2014), que hoy han proyectado en el Festival d’A.
El film es de metraje bastante escaso (76 minutos) pero aprovechado. Cada secuencia representa una vuelta de tuerca adicional, más rápida, en una espiral en profundidad, que no logra aclarar sino la confusión que reina en la cabeza de su protagonista. Julien está interpretado por el mismo Amalric, quien se ha obligado a sí mismo a ofrecer un personaje totalmente contenido, que no da a entender de lo que le ocurre más que su propia confusión.
Todo: amante –un polo poderoso, que atrae y repele-, mujer, hija, clientes, vecinos, gira a su alrededor. Es singular el juez instructor, intentando dotar de dignidad a su trabajo y a los escasos medios de que dispone. Julien, por su parte, responde, va progresivamente silenciándose, y se fija en los pequeños detalles: la avispa a la que, atrapada, abre una vía de libertad, los minúsculos motivos del papel pintado de la sala de audiencia, con un color azul como el de la habitación de hotel en la que se citaba con su amante.

viernes, 17 de abril de 2015

Pasolini y la Literatura catalana: crónica de la sesión


Vamos a confesarlo. Unos minutos antes del inicio de la sesión promovida por el Projecte Pasolini Barcelona en el Istituto Italiano di Cultura, pánico. Sólo un ponente de los tres previstos y dos únicos asistentes como público. Quizás era una discreta presión contra el cambio de horarios que ahora se empieza a anunciar. El caso es que, por suerte, a continuación han llegado los dos ponentes que faltaban, y la sala ha ido llenándose hasta formar un notable auditorio que, por lo que he ido oyendo al final, ha salido satisfecho de lo tratado, que iba de las conexiones de Pier Paolo Pasolini con la literatura catalana, pero que ha dado juego para explorar muchos campos insospechados.
Alex Susanna se ha remontado a 29 años atrás, cuando en Udine encuentra un libro de Pasolini, compilación de poesías en friulano, y en él encuentra, sorprendido, una cita de un poeta catalán que nadie recordaba, Miquel Bertrand i Oriola. Desde ese momento, ya con la mosca detrás de la oreja, va investigando y encontrándose con que Pasolini, al ver la existencia de una gran poesía en lengua minoritaria, como era la catalana, vio que se podría hacer algo así en friulano, y se puso a ello.
Jordi Corominas ha completado el cuadro: Al ir al país de su madre, a Casarsa, con 19 años, en una época -primeros años 40- durísima, Pasolini encuentra una relación directa entre las dos lenguas. Gian Franco Contini le pone entonces en contacto con Carles Cardús, que le da a conocer los grandes nombres de la poesía catalana. Funda la Accademiuta di Lenga Furlana, y dedica el número tres de su revista precisamente a una antología de la poesía catalana. Ha llegado a la conclusión de que el catalán es el modelo a seguir.
Ha entrado también Corominas en otro tema muy interesante, del que escribió un artículo hace ya años. Se trata de una comparación entre las borgate romanas y los barrios de barracas barceloneses, de la que en el grupo queríamos hacer una sesión monográfica. Las primeras borgatas romanas las construye el fascio para acoger a los habitantes de las viviendas desalojadas para la construcción de la Vía dei Fori Imperiali, esa gran avenida romana que pasa entre los impresionantes restos del foro y otras dependencias romanas. En Barcelona las barracas tienen un origen diferente, y su construcción recorre casi todo el siglo XX, llegando a acoger, en su momento álgido, hasta un 10% de la población de la ciudad. De estas dos realidades periféricas, recuerda Corominas, surgen dos personajes de ficción. Por un lado Accatone, el protagonista de la primera película de Pasolini. Por otro lado, el Pijoaparte, el protagonista de "Últimas tardes con Teresa", la famosa novela de Juan Marsé. Ambos parecen enamorarse de una chica, pero también puede interpretarse que vayan con ella por otros motivos. Ambos tienen el mismo accidentado final, a lomos de una motocicleta...
El tercer ponente ha sido Francesco Luti, quien ha destacado el papel de Barcelona, en los años 60, como puente entre Italia y España. Y, dentro de Barcelona, el papel de José Agustín Goytisolo como introductor de Pasolini. Ha acudido también a anécdotas muy significativas, marcando el paralelismo entre los dos escritores: ambos coetáneos,
poetas, con un gran empeño civil, con una terrible huella de la guerra encima (la muerte de su madre y hermano, respectivamente), la mala relación con el padre, la afición por el fútbol, vestidos similares, cierta coquetería, los Alfa Romeo: José Agustín Goytisolo vivía de la leyenda de que su Alfa Romeo rojo se lo había regalado Pasolini... Incluso mantienen ambos el paralelismo de una muerte no plenamente aclarada.
En el coloquio final se ha acelerado todo. Alex Susanna parecía haberse ido excitando con las charlas de sus compañeras de mesa, recordando cosas que los 29 años transcurridos le habían hecho olvidar, y ha empezado un vertiginoso intercambio de frases en el que los que hemos tenido la suerte de estar presentes hemos podido sacar cosas muy jugosas de todo orden, como esa sospecha de "muerte sacrificial" de Pasolini, que no en balde habría elegido para ello un 1 de noviembre, el día de los muertos (Susanna); que Guy de Maupassant consideraba que la vista desde la Torre Eiffel era la más bella de París... porque no se veía la torre Eiffel (Corominas); el papel de Myrima Sumbolovich en la conexión de los escritores catalanes con los italianos (Luti); la película que Goytisolo quería rodar sobre un cementerio abandonado, que topó con la negativa de Zurlini (Luti); la presencia paralela en Barcelona, durante esos años, de gente como Eugenio Montale, Ungaretti, Umberto Saba,... (Susanna) o la existencia de un libro de Blai Bonet sobre Nueva York en el que Pasolini es el protagonista (el mismo Susanna).
Ha quedado un poco la duda sobre qué había pasado para que, habiendo habido unos lazos tan intensos durante un régimen dictatorial, en la actualidad, con instituciones democráticas a ambos lados, la conexión con Italia, y con el sur de Europa en su conjunto, sea, a nivel literario y cultural en general, tan escasa. Pero eso hoy no debía tocar, seguramente.


 

jueves, 16 de abril de 2015

Pasolini y la literatura catalana




Pasolini leyendo la poesía catalana porque considera el catalán un modelo nada menos que para el friuliano; José Agustín Goytisolo tendiendo otro de sus puentes entre la literatura italiana y Pasolini en particular y Barcelona y la de la Escuela de Barcelona en particular, y haciéndole de cicerone e introductor en sus visitas a la ciudad; Los paralelismos y diferencias entre dos coetáneos como Accatone y Pijoaparte, o la forma de hablar de Roma y Barcelona.
Hoy, a las 19h, en el Istituto Italiano di Barcellona, Alex Susanna, Francesco Luti y Jordi Corominas nos hablarán de todo esto y unas cuantas cosas más en el nuevo acto organizado por el Projecte Pasolini Barcelona. ¡Entrada libre, pese a ese cartel, oiga!
Sus fotografías las he sacado de las páginas de Llull.cat, Maricel.tv y elsasombrario.com, sin que consten en las mismas el nombre de sus autores.


 

miércoles, 15 de abril de 2015

El Numax de Santiago de Compostela


En Santiago de Compostela, en la calle Concepción Arenal, junto a la Plaza Galicia, ha abierto hace un mes un local de esos que te admiran, y para los que desearle enorme suerte es bien poco.
Se llama Numax, en homenaje a Joaquín Jordà. Cinco socios. Dos trabajaban hasta hace poco en Barcelona, en la librería La Central. Él, junto a un tercero, se dedica al cine. Ella hace de librera. Otro es diseñador, y así.

Es librería, taller de cine y la nueva sala en V.O.S. de Santiago. Ahora, a las 19,30, tenían un pase de "Inherent vice", la última película de Paul Thomas Anderson, pero de hecho combinan en diferentes horarios tres películas. En la librería una selección impresionante de buenas ediciones de DVD, libros de poesía, teatro, cine, y bien escogidas obras de ensayo, novelas.

He sabido de ellos por unas muy bien hechas y documentadas hojas de sala, que estaban en la oficina de turismo. A la hora de pasar por la ciudad, un corto paseo hasta ella se impone.

martes, 14 de abril de 2015

Pasolini en diàleg amb la literatura catalana


Aunque decimos que nos interesa partir de Pasolini (con su impertinente manía de meter el dedo en el ojo a diestro y siniestro, con su lúcida y precursora mirada hacia su entorno, con su correspondiente atinada diagnosis) para analizar nuestro mundo actual, nuestra situación, aún habrá quien se pregunte las razones de que le dediquemos tanto tiempo. El acto preparado para este jueves 16 (a las 19h en el Istituto Italiano di Cultura di Barcellona ¡Anotar en las agendas!) viene a dar otra razón de peso. Tres personas que han estudiado y publicado sobre la relación que tuvo durante su vida Pier Paolo Pasolini con la literatura que se hacía por estos andurriales nos hablarán de ello. Y son, creemos, tres personas muy adecuadas, y no fáciles de reunir, las que generosamente han respondido la mar de bien a la llamada:
De Jordi Corominas (Barcelona, 1979) se podría decir sin mentir eso de que es un sorprendente hombre polifacético. Muy activo, es poeta, novelista y ensayista (interesado por cosas que van desde el tema que nos ocupa, sobre el que ha escrito varios artículos, hasta el de la asesina en serie Enriqueta Martí…), lleva programas de radio de esos rara avis, dedicados a temas culturales, y hasta podría calificársele de “performer”. Mantiene que existe una clara concomitancia entre un personaje de Pasolini y otro de Juan Marsé. Habrá que preguntarle por ello, a ver si va más allá de la anécdota circunstancial.
Francesco Luti (Florencia, 1970) precisamente hizo su tesis universitaria, que ahora va a publicarse, sobre el tema que nos ocupa. Exploró, sobre todo, la relación de Pasolini con los grandes poetas de la Escuela de Barcelona. Y, de hecho, ese es tema esencial de su última novela. Lleva a cabo una labor impresionante como traductor al italiano de poesías del portugués, catalán y castellano, muchas de las cuales presentadas en unas bellísimas ediciones bilingües monográficas, por autor, por Mauro Pagliai Editore. Uno a veces se pregunta si la ingente actividad que se le aprecia no se deberá a que vive –y sigue queriendo vivir- desde hace ya bastantes años en Sitges, y eso debe ser difícil en un país en el que la actividad cultural no es que sea ninguna prima donna.
Alex Susanna (Barcelona, 1957) también ha escrito sobre el tema, e incluso hay ecos de Pasolini en sus poesías, porque básicamente de un poeta se trata, o al menos así era cuando por los 80 supe de él: un refinado poeta, editor y dietarista (como “Quadern Venecià”). Ha tenido varios cargos en instituciones culturales, y en octubre 2013 pasó a sustituir a Vicenç Villatoro como director del Institut Ramon Llull (el Instituto Cervantes catalán).
Que nos vamos a enterar de la relación, seguro.
Este es el enlace al blog –muy interesante- de Jordi Corominas:
Y ésta es la web de Francesco Luti:
Y una página muy completa sobre Alex Susanna, que me ha facilitado Joselure:


 

miércoles, 1 de abril de 2015

Le tempestaire

No pude ver en el ciclo de la Filmoteca "Le tempestaire" (Jean Epstein, 1947) y ahora un amigo me ha pasado un DVD que la contiene. Estoy de enhorabuena, porque vista un par de veces, una detrás de otra, me da la impresión que es algo serio, de una belleza inaudita, y que contiene las mejores cosas de Epstein, de las que a la vez se distancia. Sin ningún rastro de escenas inocentes o acartonadas, sugiero encarecidamente a los que apreciaron la poesía de los films bretones de Jean Epstein que se hagan con ella sin dilación.
Su inicio ya marca una diferencia, y muy notable, dada la fecha de su realización. En vez de panorámicas o captaciones fílmicas de la dura pero hermosa isla bretona donde está rodada, es una sucesión de imágenes fijas, cual fotografías, las que nos van traspasando unas cuantas pinceladas que la caracterizan. La marea baja que ha atrapado contra la arena a las barcas, unos pescadores mirando el mar, unas mujeres hilando con una rueca.
Sin ninguna locución por el medio, las escenas anteriores cobran vida. El viento empieza a soplar, mueve la colada tendida a secar y abre la puerta de la casa donde las mujeres hilaban. "Mal signo", comenta la joven, que aparta el visillo del ventanuco de la puerta y da pie, al verla desde fuera, a una de esas imágenes típicas de Epstein que tanta sensación causaron a lo largo de su ciclo. Su novio va a salir "a la sardina" pese al viento, y esto le causa un profundo resquemor a ella.
La noche se hace, el viento arrecia, y la luz del faro de la isla, recién prendida, ilumina periódicamente el rostro de la chica. La otra mujer, quizás su madre, le explica entonces la existencia antigua de un hombre que calmaba el viento y curaba la tormenta, y ella parte en busca de quien debe ser ya un anciano.
Entre el cuento o leyenda popular y el documental etnográfico oculto por los primeros, "le tempestaire" contiene secuencias de una belleza extraordinaria, a recordar siempre. El niño que aprende letras que va hacia el horizonte o corriendo hacia su casa o ella misma camino del faro o a la casa del “tempestero” rodeada de vegetación que se agita al viento, mientras una tenue música de fondo va acentuando la tensión, la fatalidad que amenaza; los novios paseando junto al acantilado; el oleaje rompiendo, cada vez más fuertemente, contra el acantilado.