miércoles, 26 de octubre de 2016

Antoni Muntadas y las fronteras


En los años 80 este plantel (Antoni Muntadas, Romà Gubern, Josep Maria Martí Font) habría sido un acontecimiento sonado. Ahora... también, aunque poco antes de iniciarse la sesión de la Filmoteca no se palpase en absoluto el ambiente de las grandes sesiones.

No estaba Antoni Muntadas, y la larga conversación anterior sobre el tema de la sesión, el de las fronteras y el miedo a uno y otro lado, ha corrido a cargo de Octavi Martí con dos estudiosos y periodistas que, como han explicado, lo conocieron en Estados Unidos. Gubern en el MIT, cuando Muntadas, que se había iniciado como pintor, se pasó al videoarte. Martí Font cuando se le presentó en su loft de West Broadway con un equipo Betamax que le había prestado la Sony, e hizo ahí "In/Out", una pieza en la que enfocaba alternativamente a un pájaro -la libertad- o a la jaula en que estaba encerrado -la falta de ella-.

Como el mismo Gubern -hoy muy locuaz- ha explicado, dentro del videoarte cabían desde artistas como Bill Viola hasta "libros de sociología" de los que hace Muntadas. Quizás por eso ha seguido a continuación una conversación sobre sociología asociada a las fronteras y al miedo a los otros, que nos ha llevado por el rey Leopoldo de Bélgica, por el miedo al fontanero polonés en la Francia de 2005, o por el miedo al inmigrante en dos territorios -como Alsacia o Dresde- en los que apenas hay inmigración, o los dos casos reales de violación de chicas alemanas por parte de sirios desde los cien que llegaron a hablar los periódicos, hasta el reciente "Bathombre" de Trump.

Las dos piezas proyectadas "On translation. Fear/Miedo" y "On translarion. Miedo/(miedo en árabe)", de 2005, son algo monótonas. Gente de uno y otro lado de la frontera de Tijuana, por un lado, y de Ceuta y Melilla, por otro, explican los eventuales miedos que sienten y cuáles creen que son sus causas, mientras se ven de tanto en tanto imágenes de la misma frontera y sus ya numerosas vallas o, como nota divertida, secuencias de películas que dejan a las claras cómo se retrataban "a los del otro lado".
Como se han encargado de decir los invitados, ambas piezas han quedado ampliamente superadas por lo que ha venido después, siendo el caso de los refugiados sirio cien veces más bestia. Aún así, me han parecido muy válidas para ser vistas y provocar la discusión en escuelas y otros centros.

martes, 25 de octubre de 2016

Claude Chabrol: Laissez-moi rire!


Miro ahora lo que he ido señalando a lo largo de su lectura y me doy cuenta que lo que más me ha divertido no ha sido su más larga parte central, su "Notes, notules et notices", en el que vierte en general de forma muy ligera una frase las más de las veces de lo más anodina sobre cada uno de sus films, sino las otras dos partes, más cortas, que la envuelven como en un sándwich.
De la primera parte, "Esquisse d'autoportrait", ya destaqué alguna cosa. En el último capítulo, "Pensées ou anecdotes?", un auténtico cajón de sastre en el que registra sus querencias e ideas sobre las cosas más variadas, he recuperado el placer de reencontrar el Chabrol, siempre irónico, con aire de sincero, que más me gusta. Hay en él bromas sobre la forma de hacer de los Dardenne ("Mientras que uno lleva la cámara, el otro le va haciendo cosquillas"), inmisericordes valoraciones sobre las últimas obras de dos cineastas (Visconti y Fellini) que le habían gustado mucho en sus primeras, opiniones sobre la música en el cine y la música tout court de gran valor, sobre la violencia y el sexo en el cine, sobre la consideración de la muerte o hasta una tan curiosa como ésta relativa a su forma de actuar en su oficio, que marca el tono:
"Me gusta que los productores vengan a la primera proyección, soy sensible a los pequeños detalles que señalan. Escucho con cuidado y, por regla general, presto más atención a sus sensaciones que a sus remedios. Es un poco como con el Partido Comunista. He prestado siempre una extrema atención a su diagnóstico, pero nunca a sus prescripciones."
(Claude Chabrol -en collaboration avec André Asséo-. "Laissez-moi rire!" Éditions du Rocher, 2004)

Playtime


En el fotograma de "Playtime", la chica americana vestida de verde ha accedido al escenario del ya deteriorado, pero poco antes flamante nuevo restaurante Royal Garden y toca una delicada pieza al piano. El momento después llega la escena que me indujo a escribir la cosilla esta que hoy, de forma inconsciente, publican en "La Charca Literaria"

Volver a casa con 50 años


Sergi Garriga, a la vez uno de los protagonistas y colaborador de Victoria Bermejo.

En su día no lo vi y ahora, gracias a su incorporación en el catálogo “on line” de Filmin, he podido por fin hacerlo. “Volver a casa con 50 años” (Victoria Bermejo, 2016) es un documental sobre lo que nos está quemando, la crisis que se ha llevado casi todo por delante, pero que entra por una rendija especial, que le añade un plus de interés. Su directora se concentra en un medio que conoce muy bien, el artístico, azotado de lleno en estos últimos años, y entrevista por bloques a unos cuantos amigos de su edad aproximada que, incapaces de caer más abajo que el suelo, han recibido refugio, parcial o definitivo, en casa de sus padres.
Las literas de un youth hostel, inesperado escenario de vida.
Alguno de los escogidos para representar el caso fueron en su día el rey del mambo. Otros tenían un ritmo modesto de vida, pero suficiente como para mantener su independencia, que se hizo inviable cuando todo dejó de funcionar y las actividades artísticas fueron consideradas secundarias o, con la ayuda de la presión, de elaboración sin remuneración alguna.
Llegó entonces el intento de subsanar una situación que se creía coyuntural. Uno de los personajes frecuentó un tiempo un youth hostel, durmiendo en una sala de literas junto a quince jovencillos que venían a la ciudad a hacer turismo. Luego, como todos, se hizo a la idea y aceptó el ofrecimiento de sus padres.
Victoria Bermejo, en una foto extraída de internet, creo que de Ana Portnoy.
Entra entonces el reportaje en unas rondas alternativas de sus declaraciones, de las de sus madres. Es un círculo que se llega a hacer en fases algo cansino, pero que podría serlo -dada la situación- mucho más. Aún tiene la suficiente habilidad como para dejar mostrar a los personajes su relativo fondo de buen humor, que han conservado pese a todo. O para dejar ver el cierto proceso de infantilización que la convivencia con sus padres a tan alta edad les ha supuesto a alguno de ellos.
Un buen recordatorio de que la línea que separa nuestro confort de la total inestabilidad se puede hacer permeable en cualquier momento.

viernes, 21 de octubre de 2016

Remorques



Viendo su escena de tormenta nocturna marítima con rescate, uno diría que "Remorques" (Jean Grémillon, 1941) no pasará a la historia del cine por eso. Pero tras la tormenta (precedida, por cierto, por una escena en que la cámara se aleja dejando clara la situación entre el capitán del "Cyclone" -Jean Gabin- y su mujer -Madeleine Renaud-) llega la calma, y con ella el fulgor y el trepidante pulso habitual de la ciudad portuaria, entrando en juego la tensión que aporta la chica que llegó con la tormenta (Michèle Morgan) a la vida de André y el daño que se sabe inevitable para Yvonne, su mujer. Todo ello dando paso a unas escenas de playa que, éstas sí, pueden entrar con derecho propio en el capítulo de las más bellas de la historia del cine.

He ido a consultar el mini - diccionario de films de Georges Sadoul, al que acudo tras experiencias de éstas, y me he enterado que el rodaje de la película se cortó bruscamente por la entrada de Francia en guerra, sin haber rodado la escena de tormenta prevista, y que no fue hasta año y medio después cuando se terminó como se pudo. También he visto que el célebre Alexandre Trauner consta como responsable de sus decorados. Puede que sean los de la casa de persianas del puerto y los de la casa de la loma junto a la playa, con lo que la buena fama de Trauner se asentaría. No lo veo obligado a hacer y a accionar los barcos de juguete para la secuencia faltante...
Con ese coro en la banda sonora recitando la canción/oración de por el final, la película adquiere un aire que recuerda el de las películas bretonas de Jean Epstein, aunque sólo sea por eso y por estar ambientada precisamente en la Bretaña.

sábado, 15 de octubre de 2016

Los Visconti de Rafel Miret


Rafel Miret sabe de la vida y obras de Visconti lo que poca gente. Incluso ha hecho viajes a Italia con él como principal objetivo. Lo ha demostrado hoy con la sesión que ha preparado para los socios de la asociación cultural para los que programa. Ha sido a base de piezas documentales alrededor de "El Gatopardo", que ha finalizado con las fotos personales que hizo en esos viajes a las casas italianas de Visconti y utilizadas para la película.

Entre los documentales el muy interesante "Luchino Visconti" (Carlo Lizzani, 1999), que deja claro cómo se colabora en una biografía de este estilo cuando quien lo solicita es un realizador del nivel de Lizzani, quien aparece él mismo explicando sus recuerdos junto a muchísimos directores y actores que en algún momento colaboraron con Visconti en cine, ópera o teatro. Se suceden en el documental impagables declaraciones de Vittorio Gassman hablando de sus iniciales interpretaciones teatrales, explicando que era "un jovenzuelo con la raqueta en la mano", o un divertido Mastroianni confesando que se daba a la bebida para soportar los trajes emperifollados que le imponía el director para una obra de época. Y otras intervenciones varias, con las que saber, por ejemplo, que fue Visconti quien hizo que la Callas aprendiera a caminar.

jueves, 13 de octubre de 2016

Aristide Maillol escultor


Verano 1943 (dato que baila según las fuentes). Jean Lods, viviendo en el sur de Francia, tiene el proyecto de hacer una serie de retratos de grandes artistas franceses que viven y trabajan en la zona durante la guerra. De todos estos proyectos sólo llega a buen término "Aristide Maillol, escultor", que se exhibe en el Museo Maillol, la granja a 4 Km de Banyuls sur Mer coprotagonista deldocumental.

En lo más interesante del film, un Maillol octogenario de largas barbas bíblicas, más propias del s. XIX, deja verse saliendo por la tarde de su granja, cuando el calor ya no aprieta tanto, a dar un paseo. Cruza viñedos, pastores catalanes ("Bon dia, senyor Maillol!") y, con esfuerzo, asciende por la senda por la que Dina Vierny, su musa y modelo ayuda a judíos a cruzar las montañas para escapar a España. Se sienta a descansar y contempla el paisaje, que nos entra por los ojos y oídos.

José Luis Revuelta Ibáñez me encontró su enlace, en dos partes:


miércoles, 12 de octubre de 2016

Esbozo de autorretrato, Chabrol


Divirtiéndome al tiempo que aprendiendo muchas cosas de Claude Chabrol gracias a su “Esbozo de autorretrato” incluido en “Laissez-moi rire!” (Éditions du Rocher, 2004), que compré el otro día en una librería de viejo de Céret.
Allí suelta, como Brassens en su canción, que “siempre he contemplado con ironía todo aquello que es demostración, honores, todas esas idioteces”. Y se despacha a gusto.
Traduzco a mi aire: “La segunda vez que bajé a la calle (la primera explica antes que fue para defender ante Malraux el cargo de Langlois en la Cinemateca) fue con ocasión del Mayo 68. Encontraba divertido ir a enmerdar un poco. Había cabezas absolutamente extraordinarias en la V República gala, troncos de los que ya no nos acordamos, pero que eran impresionantes. Te decías que la ocasión de hacerles unas pocas cosquillas, de irritarlos, no se reproduciría muy frecuentemente, por lo que había que aprovecharla. Eso era lo que realmente me pasaba por la cabeza. Y después, a medida que los días fueron desfilando, una especie de locura poética, de verdadero surrealismo, de real anarquismo iba descubriéndose. Por una vez las cosas no pasaban en el papel, sino sobre los adoquines.”

martes, 11 de octubre de 2016

Agustín González


En su inicio, o mejor por el medio, no me entusiasmé lo que creía iba a entusiasmarme con estas conversaciones con el actor Agustín González (Ocho y medio, Libros de Cine, 2005), que ví y compré en la pasada Feria del libro antiguo y de ocasión de Barcelona. Pero al final, cuando le oigo –porque se le oye- decir eso de que “no me voy a quedar aquí para simiente de rábanos”, o un “a mí todo me parece un cuento chino”, o finalizar la frase con un “y a otra cosa, mariposa”, o cuando te lo imaginas tosiendo hasta más allá de decir basta, te reconcilias con la lectura, y das por bueno el tiempo empleado.
Admirador de siempre de este actor que con tanta convicción se estiraba de los pocos pelos que tenía en el final de “El extraño viaje”, gritando “¡Dios, Dios, Dios!”, me frotaba las manos pensando que, de familia de actores y habiendo él mismo recorrido todo el mundo de las compañías de teatro y habiendo formado parte del elenco de muchas películas, iba a relatar cantidad de cosas interesantes sobre ese mundillo. Hay unas cuantas, como cuando cuenta que una temporada actuó en dos teatros el mismo día, aprovechando que no salía en el último acto de una obra ni en el primero de la segunda, o cuando expresa cómo dejó en la estacada a unos cuantos directores estrella que se lo merecían, pero es una mínima parte de lo que esperaba, y podrían ser muchas más.
Creo sinceramente que le falta un guión de las conversaciones más estructurado (el hilo cronológico podría haber servido la mar de bien, y ya habría dado pie a extensiones varias), y le sobran datos que vierte él mismo sobre las obras o películas en las que participó sin aportar valoración personal, o reflexiones muy generales que no le retratan demasiado.
Lo mejor, en cualquier caso, es cuando “se le oye” o cuando efectúa su personal reflexión sobre algo cercano, como opinar que “(con la edad) no se gana nada, creo que morirse es un fracaso rotundo, aunque no sea responsabilidad de uno sino de una serie de circunstancias”.
Un amigo me explicó una conversación con Luis Ciges, otro de esos actores de marca tan extraordinarios. Le sorprendió oírle decir que él se creía muy válido para papeles de protagonista, y que los directores no le habían sacado todo su potencial. Este resquemor interno es también constante en el caso de Agustín González. Y es que los vemos y admiramos en sus papeles de caracteristicos, y no llegamos –al menos a mí me pasa- a pensar que ellos quisieran superar con mucho la dimensión de sus papeles, tan perfectos.

domingo, 2 de octubre de 2016

Filmoxarxa

Pablo Sancho (Federació Catalana Cineclubs), Francisco Vargas (ICEC) y Esteve Riambau (Filmoteca).
Puede ser un proyecto que salvaguarde la posibilidad de ver cine de calidad por toda Cataluña. Lo explicaban ayer Francisco Vargas (Institut Català d'Empreses Culturals) y Esteve Riambau (Filmoteca de Catalunya) a la Assamblea de la Federació Catalana de Cineclubs, reunida en el Patronat, teatro municipal de La Garriga.
Todo nace del desarrollo de los artículos 24 y 25 de la nueva ley de cine, que hablan de la creación y gestión (24) y de la programación (25) de una "Red concentrada de pantallas cinematográficas de Cataluña".
Dos mapas (el de la distribución de cine-clubs y salas que, combinados, ofrecerían uno que sólo dejaría a dos o tres comarcas catalanas sin posible distribución de cine de calidad, en VOS.
Con intención de iniciarse en 2016, en ese primer año la red estará formada básicamente por aquellos cine-clubs que quieran adherirse. En 2017 ya podrán adherirse si lo desean todo otro tipo de salas, públicas o privadas.
Todos los adheridos (sin coste alguno para ellos) podrán acceder a un fondo de películas de calidad en versión original subtitulada, sin ningún desembolso por su parte. El fondo de películas básico que intervendrá en este proyecto estará compuesto por films sin distribución comercial e irá incrementándose a ritmo de diez anuales. Será seleccionado por una comisión que estará integrada por miembros de las asociaciones y entidades vinculadas a la red. Una oportunidad única para que los cineclubs impulsen la importación y distribución de las películas de los Premios Quijote que otorgan sus jurados en diferentes festivales europeos. Personalmente, por ejemplo, he colaborado en tres jurados de esos, y de las tres películas que premiamos en esas tres ocasiones, tan sólo tuvo (una limitada) distribución una de ellas, y al cabo de varios años. Creo sinceramente que las dos restantes también merecerían ser vistas y discutidas en esta red paralela, y una de ellas sigue siendo, pese a que ya han pasado más de cuatro años desde que la vi, una de las películas -si no la que más- que más me han interesado de toda la producción del siglo XXI que he logrado conocer...
Esteve Riambau explicando a la Asamblea de Cine-clubs el proyecto.
Poblaciones enteras se han quedado sin cines comerciales. En bastantes de ellas un cineclub representa la única oportunidad para disfrutar de películas en pantalla grande. Lo hacen a base del trabajo de gente voluntaria y voluntariosa, que deben luchar contra toda una serie de costes muy elevados. Un proyecto como éste, al tiempo que puede significar la extensión de los programas de la Filmoteca a todo el territorio catalán, les puede facilitar su supervivencia. Y ese cine que no hay forma de que nos llegue más que por rebuscados caminos hasta nuestros limitados monitores caseros puede tener con la puesta en marcha de este proyecto la oportunidad de ser contemplado colectivamente en pantallas grandes. ¡Albricias! Que se confirme y lance rápidamente, y vaya creciendo...
Y parte de la platea del Patronat, en la que la Asamblea recibió muy satisfecha la propuesta.