martes, 24 de octubre de 2017

viernes, 20 de octubre de 2017

Robles. Duelo al sol


Dos fracturas, dos enormes zanjas entre dos personas que han estado muy unidas, ocupan un lugar central en "Robles. Duelo al sol" (Sonia Tercero Ramiro, 2015), que anoche pasaron por la tele, en la 2. Es también el tema de "Enterrar a los muertos", la novela de Ignacio Martínez de Pisón -presente él en el documental- que no he leído, pero que desde luego voy a leer.
Una es de esas que partieron en dos bastantes familias. Se produjo entre los dos hermanos Robles. Por una parte, José, el protagonista máximo de la función. Por otra parte su hermano Ramón. De familia acomodada, ambos de casan con mujeres de buena educación pero de tendencias políticas diametralmente opuestas. José con una mujer liberal, Ramón con una hija de militares. José, profesor de la Johns Hopkins University de Baltimore, con dominio del francés y el inglés y hasta conocimientos del ruso, se pone a las órdenes de la República Española en julio de 1936. Su hermano, por el contrario, pasa por la Checa de las Delicias y luego por la cárcel, de la que le saca José cuando promete un acatamiento a la República que nunca cumplirá, pasándose al bando nacional.

Otra brecha, ilustrada gráficamente sobre la fotografía en el documental como muestra la imagen que adjunto, es la que se extendió entre Ernest Hemingway y John Dos Passos durante la Guerra Civil Española.
José Robles, por su conocimiento de idiomas, tras ser jefe de prensa se convierte en traductor de los mandos de la Inteligencia Rusa en Madrid, y después en la Embajada Rusa en Valencia. Sitios ambos en los que seguro debió quedar al tanto de secretos cuyo conocimiento acarreaban serio peligro. Un día, dicen en el documental que está con su familia en casa, él leyendo un libro de Edgar Allan Poe, y le vienen a buscar para una investigación. No regresará nunca.

John Dos Passos, al que Robles había traducido su "Manhattan Transfer", llega a España como muestra de solidaridad con la República. Va a ver a la familia de Robles, y emprende una investigación por saber qué ha sido de él. Desilusionado de la Revolución Rusa tras un viaje previo a la URSS, empieza a notar que sus preguntas pueden llegar a hacerse molestas, porque pueden hacer dudar con minucias de la línea general de actuación para la victoria... Por ahí parece que viene el sonado rompimiento con Hemingway.

El documental, salvo una música final triunfalista de la que personalmente habría huido, muestra todo esto de una forma muy cuidada. Se inicia siguiendo al nieto de John Dos Passos, llegado a Madrid para recorrer los sitios por los que estuvo su abuelo. Vamos con él al edificio de la Telefónica y vemos desde lo alto, a lo lejos, la vista del frente de la zona universitaria. Se deduce viendo el documental, plagado de entrevistas a gente próxima a los hechos, lo laboriosa que ha debido ser su preparación y producción. Ya lo ha hecho antes siguiendo un coche de un reportaje de época por la Gran Vía madrileña que se convierte en un coche por la Gran Vía actual, pero cobra sentido y mucho interés en el caso del trozo sobre el rodaje de la película de Joris Ivens, "Tierra de España", en la que colaboró inicialmente Dos Passos, para ser borrado su nombre finalmente, dejando sólo el de Hemingway. Hay por ahí un trabajo grande de recoger elementos de las escenas de la película y hacer ver en qué se han convertido ahora.
Es, en fin, una sesión que te reconcilia con la televisión. Si alguien no la pudo ver, aquí va su enlace: http://www.rtve.es/…/otros-documentales-robles-due…/4262371/

miércoles, 18 de octubre de 2017

La cuadratura del Círculo A

Octavi Martí, Antoni Kirchner, Esteve Riambau y Jaume Figueras en la inauguración.

No estaba yo hoy con ánimos de salir, pero cuando me lo han planteado he pensado en lo que debo a esta gente, y he ido hacia allá. En la Filmoteca se inauguraba su nueva exposición (hasta el 11 de febrero) dedicada al Círculo A. Un circuito de salas en versión original que se convirtió a partir de un determinado momento para mucha gente como yo en destino seguro cuando se decidía ir al cine.
El gran Óscar Fernández Orengo habrá hecho, sin duda, alguna foto magnífica del acto.
"Eran tiempos peores -ha comentado Octavi Martí, comisario de la exposición-, pero el Círculo A nos hacía pensar que no era así". Esteve Riambau también lo ha confirmado: Fue una escuela de cine para muchos de nosotros.
A la izquierda, Jaume Figueras en una silla de barbería, a la derecha, en el sofá, junto a Carlos Durán en cuclillas, la oronda figura de Pere Ignasi Fàges.
Fallecido Pere I. Fàges, del trío fundador estaban hoy en la sala de exposiciones Antoni Kirschner y Jaume Figueras. El primero ha desvelado su origen: "Escribíamos crónicas de festivales de cine y estábamos hartos de que nuestros lectores no pudieran ver ninguna de las películas de que hablábamos. Decidimos pasar de la teoría a la práctica. Un amigo de Madrid importaría las películas, nosotros nos pusimos a buscar los cines."
Sobre "El marido de la peluquera"
Jaume Figueras, por su parte, ha hablado de unas cuantas películas que tuvieron un enorme éxito (como "El marido de la peluquera"), ciertas iniciativas que hicieron a la gente recuperar a los clásicos ("Dies Irae" el día de la muerte de Dreyer) y alguna anécdota, de entre las que entresaco ésta: Publicaron un anuncio: "El Círculo A se pasa a la B". Les llamaba gente preguntándoles si habían arrojado la toalla y se habían vendido a Balañá, el gran empresario que sigue gestionando muchos cines de Barcelona, entonces sólo de versiones dobladas y muy comerciales. Era, en realidad, que iniciaban un ciclo dedicado a Buñuel.
La mención a una proyección sin censura de "La peau douce".
El primer cine del Círculo A fue el Publi. Luego se sumaron hasta diez salas barcelonesas. A ver si me acuerdo de todas: Ars, Arcadia, Aquitania, Arkadin, Casablanca, Maldá, Capsa, Atenas y Alexis.
Las fotos de los cines, de pavimento.

viernes, 13 de octubre de 2017

The great flood


"Decasia" (2002)
Vistas "Decasia" (2002) y "The light si calling" (2003), "The great flood" (2012), pasada ayer en la sección "Seven Chances" del Festival de Sitges, hace ver que la filmografía de Bill Morrison presenta también otra faceta. En donde había el arrebato lírico de los personajes de viejos films deteriorados renaciendo fulgurantes de entre el óxido del celuloide, hay ahora el punzante recuerdo de que la humanidad no cambia, los propósitos se olvidan y las tragedias se repiten.
"Light si calling" (2003)
Del film de vanguardia hemos pasado al documental que se nutre de films de archivo. Las quemaduras -reales, acentuadas o inventadas- en el celuloide se mantienen en algún trozo de "The great flood", pero yo diría que son aquí únicamente un guiño al antiguo espectador. Lo que prima es la selección, ordenación y visualización de unos extraordinariamente nítidos reportajes rodados tras las grandes riadas del Misisipi en 1927, presentados en escenas aisladas, empaquetadas con sus correspondientes músicas (compuestas por Bill Friser) y que yo diría que, comparadas con las imágenes mentales que el espectador americano debe tener de las consecuencias de las riadas que acontecieron en el mismo lugar en 2011, confieren a la respuesta dada por Morrison al encargo que le efectuaron diversas universidades e instituciones americanas un marcado carácter político.
"The great flood" (2012)
Las imágenes informan de una segregación (en ocasiones doble, con los trabajos de prisioneros en trabajos forzados), pero salvo por la fuerza aportada en un par de secuencias por la música, no tienen, pese a todo, la intensidad que arrebataba en los dos trabajos citados, y la sucesión de capítulos se llega a hacer en algún momento algo cansina. Sí que continúa siendo posible lo que yo llamé ayer el "efecto 'Tren de Sombras' ": decirse uno mismo: "Ah, de modo que esta niña, que si sigue viviendo debe ser ahora una anciana centenaria, estuvo correteando por ahí...".

Con las manchas de Morrison asomando por un extremo.


domingo, 8 de octubre de 2017

Carles Prats rodando


Me pareció ver ayer al gran Carles Prats rodando una secuencia para una de sus películas delante de "El Beso" de Joan Fontcuberta. Iba acompañado de casi todos los componentes de su macro-producción.





 

sábado, 7 de octubre de 2017

Tikkun

En un ayuno en la 'yeshivá'.

Anoche en la Filmoteca se pasaba el último film previsto en la programación de la semana del cineclubismo. Se hacía con “Tikkun” (Avishai Sivan, 2015, que se volverá a pasar el Miércoles 11), un film ganador en el Festival de Locarno de 2016 del Premio Quijote que otorga un jurado de la Federación Internacional de Cine-clubs, hasta el momento no estrenado entre nosotros.
Sus padres
Parece que en la ortodoxia judía se habla de dos etapas en la existencia humana. Cuando la inicial ‘Tohu’ presenta un colapso, le sucede el ‘Tikkun’, la rectificación. En el film, Haim-Aaron, un joven ortodoxo judío, hijo de un matarife kosher, tiene un accidente doméstico que casi acaba con su vida, pero del que se recupera. Hasta el momento sus días habían consintido en jornadas completas de estudio y rezo en la ‘yeshivá’, con rigurosos ayunos de 24h incluidos, apenas perturbadas por el cruce en el callejón con la atractiva vecina. Tras ese “colapso”, realmente Haim-Aaron, para desesperación de su padre (quien pasa a tener unas terribles pesadillas), emprende un camino de rectificación y empieza a sentir curiosidad por todo lo humano.
Felicitando al resucitado
Sivan se vale para contar la historia de una pantalla panorámica, deslumbrante fotografía en blanco y negro, planos generalmente fijos entrelazados por corte, pocas palabras, atención extrema a los sonidos y a primerísimos planos, ya sean de insectos o alguno que otro descarnado (aunque sea, precisamente, de carne), poco relacionado con la idea que tenemos de las costumbres de la ortodoxia judía.
Las extrañas salidas nocturnas.
Tras ese accidente casero, Haim-Aaron no hace más que abrir continuamente ventanas para observar el exterior, y tener unas expediciones nocturnas que su soledad convierten en exploraciones casi fantasmagóricas. En el corrillo formado espontáneamente tras la proyeción pergeñé una frase vistosa que, para mí, podría resumir lo que pasa: Haim-Aaron se abre al exterior, pero tiene la desgracia de hacerlo siempre en medio de la oscuridad, la oscuridad de una noche a veces con niebla espesa, pero también la de ese mundo ortodoxo en el que ha estado inmerso.
El fantasmagórico mundo con el que se encuentra en sus salidas nocturnas.
En mi opinión “Tikkun” ya está tardando en estrenarse, lo que posibilitaría una fértil discusión a la que sus precisas, insólitas imágenes arrastran.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Dos nuevas oportunidades en L'Alternativa


Hoy aún hay tiempo para ver, en el Auditori del CCCB, dos buenos largometrajes de la sección oficial de L'Alternativa: Por un lado, a las 19,45h, "El mar nos mira de lejos" (Manuel Muñoz Rivas). A las 21,45h, tras un cortometraje también premiado, "Taste of cement" (Ziad Kalthoum).
La primera es una hermosa película, con fotografía de Mauro Herce, rodada en los aledaños del Parque de Doñana. Junto a la playa, ajenos a la presión que les va cercando y que acabará expulsándoles definitivamente, unos cuantos trabajadores autosuficientes del mar y el contorno mantienen sus tareas en unas viviendas condenadas a la desaparición. El recorrido del agua, el flujo constante de la arena como metáfora de una forma de vida que, condenada, presenta su última resistencia. Pero no se trata en absoluto de una aproximación artificialmente estética. La vida, ya sea la relación del antiguo pescador intentando resituarse o ese recital colectivo del divertido "Corazón loco", brota jocosamente por todos sus poros.
En la segunda no tiene cabida el respiro jocoso. Pero en su narrado triple círculo diario sobre la actividad de un trabajador sirio en la construcción deun enorme rascacielos de Beirut, sorprende ver cómo las dualidades detodo tipo presentadas alejan a la película de una monolítica visión de los hechos. Es un film a la vez muy personal en un contexto global, con elementos de film de arte (sus imágenes y sonidos lo acercan en ocasiones al antes mencionado Mauro Herce) en medio del engranaje de un documental de mirada política y social crítica. Va saltando de la luz a la oscuridad, de las alturas a los subterráneos, etc.

domingo, 1 de octubre de 2017

Palme


Buscando un perfil que pueda sacarnos de este atolladero político en el que nos hemos metido, me he puesto a ver el documental "Palme" (Maud Nycander, Kristina Lindstrom, 2012), ya que la fama de Olof Palme nos llegó muy clara.
De niño (prodigio), interno en un colegio a la muerte de su padre: Atleta, algo desastrado, víctima de las burlas de sus compañeros.
"Sólo quisiera demostrar una vida lo más decente posible", dice tras negarse a responder a cómo le gustaría ser recordado. Después de esta entrevista efectuada poco antes de su asesinato, el documental repasa su vida:
Tres meses recorriendo los Estados Unidos, viendo la pobreza de su interior, los barrios de la población negra, todas sus desigualdades, le hace tomar conciencia política. Tage Erlander, el eterno primer ministro socialdemócrata, viendo sus aptitudes, lo coge como secretario, diciendo que era el personaje político más inteligente que había dado Suecia. Poco después es nombrado ministro de à Exteriores y preside una manifestación contra la guerra de Vietnam. Después, como ministro de Educación, cuando sabe de la ocupación de la Universidad por parte de los estudiantes, se presenta en su Asamblea, para "escuchar lo que le quieran decir". Les convence con su discurso demócrata y contra la violencia.
Siguiendo a Tage Erlander.
Pasa a ser el primer ministro, con la aprobación de su mujer... "si respeta un mes de vacaciones anuales", que pasa con su familia en la isla de Faro, la del retiro de Bergman.
En su casa, con su familia, en un barrio moderno de Estocolmo.
Como primer ministro empieza a perder popularidad con un suceso que inscribió en los anales el "síndrome de Estocolmo", y diferentes escándalos en su partido, que sólo compensa con su postura contra el golpe de Pinochet, a favor de la revolución cubana, contra las dictaduras griega, portuguesa y española, así como con su postura de apertura para la recepción de refugiados políticos e inmigrantes. Cosas, todas ellas, que también le ocasionan muchos enemigos.

Pese a que tras perder unas elecciones volvió a ser elegido en las siguientes, tuvo un final -asesinato al margen- no tan brillante como el de sus inicios. En el documental se indica que tuvo que defender posturas de su partido en las que no creía, y que se acercó al político standard. Quizás no sería tampoco el perfil que precisamos...