Vincent, cuando ya no es ministro, saluda al primer ministro africano con el que se intercambiaba regalos y cazaba.
La vida de lujo del ministro y su amante.
El nuevo ministro y su equipo entran en el despacho del cargo.
Con la convicción de que el mundo no tiene remedio, Iotar Iosseliani parece decirnos en “Jardines en otoño” que hay que asumirlo con la mejor de las disposiciones y, haciéndose de la capa un sayo, pasar el trago como mejor se pueda.
Después de un relativo éxito de estima, con películas corales como “Les favoris de la lune”, “Adieu plancheur des baches” y “Lundi matin”, sin saber por qué, ésta que ayer pasaron en la Filmoteca, “Jardins en automne” (2006) me parece que fue la primera de Iosseliani de la nueva hornada que no se estrenó por aquí .
Siempre se dice que los films de esta época de Iosseliani recuerdan bastante a los de Jacques Tati. Quizás para confirmar el parentesco, en la escena que hace de preámbulo tres personas llegan al taller de fabricación de ataúdes y coinciden en uno de ellos como el objeto de sus preferencias: el primero es Pierre Étaix, que colaboró inicialmente con él.
No es el único cameo o colaboración actoral que puede verse en la película. Otro de los que coinciden en desear ese ataúd y que después aparecerán como amigos del protagonista es el crítico recientemente fallecido Jean Douchet, y hay varios más. Incluso el mismo Iotar Ioselliani tiene un papel bastante destacado. Por cierto que me comentaron que es bastante amigo de beber hasta el punto que debe tener un buen porcentaje de alcohol en la sangre y en una de las escenas en que aparece su personaje tiene precisamente una trompa de aúpa. Me ha parecido que se golpeaba la cabeza fuertemente contra una mesa, ofreciendo una interpretación de lo más convincente…
¿Qué vamos observando en la película? Pues a un ministro, con sus chanchullos y prebendas, aprovechadas por él y su amante, que es sustituido por otro que hace otro tanto. El original, que hace las veces de protagonista pese a tratarse de un film muy coral, ve que su casa está ocupada por una familia numerosísima de negros. No se preocupa lo más mínimo y sigue viviendo, trampeando, bebiendo y pasándolo bien con sus amigos, ya sin ninguna prebenda.
Tuve miedo que cayera en la extravagancia total al saber que Michel Piccoli (que aparece en el film y por eso, para entrar a formar parte de su ciclo, es por lo que han incluido al film en la programación de la Filmoteca) hacia nada menos que de madre anciana del protagonista. Nada de eso. Hace de una vieja muy amable y risueña, siempre dispuesta a hacer la vida agradable a todo el mundo.
Vincent, ya libre de su cargo, va a pedir ayuda a su madre (Michel Piccoli).
Jean Douchet, Iotar Iosseliani y ?, bebiendo unos vinos entre amigos, haciendo sus papeles en el film.
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