Me dice Pere Alberó: "Esta es la película que debía verse en la pantalla de la Filmoteca de Sarajevo al final de La mirada de Ulises. Y ese mirar a la cámara era el plano/contraplano de los dos Ulises, uno al principio del siglo, el otro al final. Pero en última instancia decidió no mostrar la película y que solo se viera el reflejo en la cara de A."
Para su participación en “Lumière et compagnie” (1995), el encargo efectuado a muchos cineastas de renombre para festejar el centenario del cine, por el que debían rodar cada uno un minuto utilizando la cámara de los Lumière, Angelopoulos filmó esto, que ayer se pasó para complementar la sesión de su quizás más famoso film.
Es significativo que escogiera como protagonista, precisamente, a Ulises y que éste, siguiendo sus instrucciones previas, se acercase hacia la cámara, emitiendo una mirada interrogante sobre su devenir.
En un minuto, la clave de lo que siempre encontramos en sus películas: retomar el mito, cuestionar el futuro partiendo de la extrañeza del presente.
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