En la versión que se veía antes se precisaba de un cierto esfuerzo para llegar a esta conclusión, porque un tijeretazo te llevaba, mediante una elipsis muy moderna, de el bueno del monstruo mirándose las manos ya vacías de flores a un pueblerino llevando en brazos el cuerpo inane de la niña. Pero en la copia actual, liberada de censura, todo queda más claro. Se ve como llega a esa conclusión, ve a la niña, la toma en sus brazos aunque a ella parece que no le hace mucha gracia y la echa al agua, donde hace glu-glu. Claro que no sé si prefería la elegancia a la que había llevado el corte de censura (parece que de la propia productora).
Me asomé ayer al coloquio on-line que, organizado por la Federació Catalana de Cineclubs, dirigía Mireia Iniesta, que iba de “El Dr. Frankenstein” (James Whale, 1931) y resultó bien instructivo, al margen de, por algunas intervenciones de los convocados, quitando hierro al asunto al apuntar notas de recuerdos como espectadores, muy divertido.
Hizo notar, por ejemplo, la existencia en la película, en paralelo, de dos formas en total oposición de puesta en escena. Por un lado, estarían los planos holandeses aberrantes o bien esos decorados de líneas inclinadas, estilo “El gabinete del Dr. Caligari”, que presidirían, con sus acusados contrastes entre el blanco y negro, las acciones “de terror”, notoriamente el principio (y final) en el cementerio o todas las escenas en el laboratorio de Henry Frankenstein. Por otro, los planos totalmente ortodoxos, habitualmente en toma fija frontal, llenos de estabilidad, de las acciones en la vida “normal”, en la suntuosa mansión familiar, o en la fiesta tradicional en el pueblo.
Curiosamente, la célebre escena del encuentro del monstruo con la niña junto al lago y el agotamiento de las flores (por cierto que por primera vez pude antes verlo sin el corte que le infringieron en todas las copias que circulaban), no entraría dentro de las características descritas como de los “de terror”, apoyando de ese modo la interpretación de que es otra cosa...
Lamentablemente, con esta sesión se acabó el ciclo programado. Habrá que esperar un nuevo ciclo...
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