Avisó Estrella Millán de la existencia de una copia subtitulada en YouTube (enlace abajo) de “El misterio del cuarto amarillo” (Marcel L’Herbier, 1930) y con ella me he suministrado una sesión de sobremesa.
Posiblemente ese -una película atractiva para la taquilla- fue el objetivo de L’Herbier, adaptando de forma sui géneris, acentuando unos trazos de comedia que me parece no existían en el original, el que pasa por ser el primer relato policiaco, con un misterio aparentemente irresoluble en su interior. La gran escena final del ajetreado juicio, con esa llegada en último minuto de los elementos para deshacer la intriga, que ríete de Perry Mason, diría que acentúa esa impresión.
Aunque no tanto como en películas suyas previas, L’Herbier puede demostrar su habilidad para hacer sentir al espectador espacios solemnes (el de la recepción inicial o el más sórdido y “misterioso” castillo posterior), presentando además en ciertas escenas a los personajes con picados o ligeros contrapicados, consiguiendo alzar visualmente el resultado.
No he visto un uso imaginativo de los recursos sonoros en el que fue el primer largometraje del periodo para el realizador, pero si he de decir qué es lo que más me ha gustado de todo el film, señalaría la presentación de los títulos de crédito inicial, todos por boca de un locutor, tal como los hizo, treinta años después, Truffaut en “Farenheit 451” o su compañero Godard.
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