Su padre (Claude Rich) parece que vaya a rescatarle de ese mundo de pesadilla en el que ha entrado.
Su mujer (Kristin Scott Thomas) lleva una vida personal totalmente independiente. Ni ese perturbador hijo pequeño común que tienen parece uñirlos.
Con Isabelle Carré.
Quizás sea ese ritmo hasta frenético que imprime, haciendo pasar de una a otra secuencia, todas ellas nerviosas, sin este espectador acabar de captar todo lo que está en juego, lo que me atrae del cine de Pascal Bonitzer.
En TV5Monde pasan una tercera película suya, “Cherchez Hortense” (2012), que está, como todas las demás de su filmografía, mal valorada, pero una vez vista diría que es quizás la que mejor me ha resultado.
Su núcleo está siempre en Damien (Jean-Pierre Bacri), un profesor de mandarín y experto en asuntos chinos, que va encontronazo tras encontronazo, con su mujer (Kristin Scott Thomas, haciendo de directora teatral con inevitables flirteos con sus alumnos), su hijo (observando críticamente el desastre de relación de sus progenitores), su padre (Claude Rich, haciendo de miembro del Consejo de Estado al que no logra nunca pedir un favor que le solicitan), sus amigos de café, etc., pero sin conseguir llegar a hablar franca y abiertamente con ninguno de ellos, entrando en una situación pesadillesca.
Además todo se desarrolla alrededor del jardín del Palais Royal, en París, por donde precisamente acaba. Con eso sólo ya tiene muchos enteros ganados.
Con los amigos del café del barrio.
Descubriendo asombrado, en un restaurante japonés, aspectos desconocidos de su padre.
Agache Bonitzer tiene un papelito, de joven actriz insegura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario