Cuenta Georges Sadoul que “Les nouveaux Messieurs” (1929) fue prohibida por su sátira del parlamento y sus parlamentarios y que para cuando se retiró la prohibición, su realizador, Jacques Feyder, ya se había ido, desanimado, a probar suerte en Hollywood.
En YouTube he encontrado una copia restaurada de la película con intertítulos en francés subtitulados en inglés (enlace abajo) que deja hacer una visión magnífica de la película. Le he ido haciendo copias de pantalla. Quizás sean demasiadas, pero pueden explicar mejor que mil palabras el goce que suministra.
Su primer plano, chocante, ya avisa. Se trata (primera imagen) de unas piernas de bailarinas de ballet alineadas. A continuación, sus caras en uno de los ejercicios (Segunda imagen). Algo raro se aprecia en ellas, que aclaran los planos siguientes: corresponden a niñas. Son estos últimos planos en ligero picado (tercera imagen) los que, como otros con otro contenido (cuarta y quinta imagen), nos hablan del dominio del lenguaje visual que alcanzaron los grandes realizadores del último periodo de cine mudo, cada vez visto, con la perspectiva de los años, como más corto, pero inmenso en cuanto a la calidad alcanzada por sus obras. Otros planos que siguen a continuación, como los del impresionista foyer de danza de la Ópera y sus moscones, los de las dinámicas secuencias de las secretarias, las calles de París o el Parlamento, así como algún otro con reflejos o sobreimpresiones, por no hablar de los poéticos, tan modernos como los de la piscina del Sena, llenan la película, especialmente en su primera mitad.
Sátira absoluta de los que arriban a la política, se plantea aparentemente en su inicio como película sobre las clases sociales y sus luchas. No en vano la protagonista (Gaby Morlay) es disputada por un acaudalado conde de un partido conservador (Henry Roussel) y un electricista y a la vez representante sindical (Albert Préjean).
Ustedes la disfruten en lo que vale. El enlace a la pequeña joya:
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