Unos pocos apuntes tras la visión de la segunda parte de “Historias Extraordinarias” (Mariano Llinás, 2008, estos días visible en YouTube o con el enlace de la página FB de su productora, El Pampero).
La valla de Los Pirineos. |
En ésta también aparece un dibujo similar al de la flor de la película de ese nombre, aunque mientras en “La flor” eran cuatro, aquí, ese signo de HLP -“Haras Los Pirineos”- (que aparece en la primera imagen, sobre el mapa) sólo presente dos pétalos juntados por un círculo. Círculo que quizás sea la tercera historia (o la primera, o la segunda), que abraza a las otras dos marcadas desde el principio. Cuando acabe de verla toda, recapitularé.
El local de la siniestra organización a la que ha ido a dirigir Z, donde va a dormir al menos durante un tiempo, “hasta encontrar algo mejor”. |
Tres historias ya justificarían el plural del título, porque realmente se trata de historias extraordinarias, pero en realidad, por lo visto hasta el momento, la película contiene muchas más, de diferente género cada una. Por haber hay hasta indicios de posibles historias románticas, acompañadas nada menos que por canciones de Roberto Carlos.
Explorando e imaginando las actividades delos vecinos. |
Una de estas pequeñas historias dentro de otra de mayor ámbito supone retomar (ver imagen) el mundo de “La ventana indiscreta”. Otra, que parece iniciarse con una fuerte intriga cercana a lo fantástico, pasa por fase casi de comedia, sigue con tono de terror, luego circula por el de acción para acabar como la película argentina de El Pampero, muy divertida, que es.
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