domingo, 5 de abril de 2020

El affaire Viridiana en la correspondencia de Buñuel


Todo lo que conocía del affaire “Viridiana” lo sabía por el relato, directo o indirecto, de Pere Portabella. Ahora, leyendo la correspondencia de Buñuel, compruebo que no se inventó nada en absoluto:
Fue Francisco Rabal, su “sobrino”, quien le ayuda para la obtención del visado que le permitiría entrar en España en 1960. En carta a éste le comenta, desde Cannes, a donde había ido para la proyección de “La joven”, que “después de la proyección de “Los golfos”, fui a abrazar a esos dos estupendos muchachos: Portabella y Saura.”
El 8 de septiembre de ese mismo año, en carta desde México a José Rubia Barcia, confiesa que “mi visita a España me conmovió profundamente. He tratado en España con grupos de jóvenes ‘inconformes’ estupendos. Tengo confianza en el resurgimiento de España. Pienso volver y, si no fuera ya de tan ‘provecta edad’, me iría a vivir allí.”
Y el 8 de octubre, en carta a Portabella, habla a éste de que había sido contratado verbalmente por “Gustavo Alatriste, industrial mexicano, marido de Sílvia Pinal y que hasta ahora nada tuvo que ver con el cine. Me dio absoluta libertad para hacer un film (...) Le he dicho que si se lanza a la coproducción, que le vea a usted y, por si eso ocurre, le adjunto la sinopsis de mi film. ‘Viridiana’ se titula. (...). Está lleno de intenciones, pero en la forma parece una película semiblanda y, dentro de lo posible, es comercial. Lo más importante, que son los detalles, no aparece en la sinopsis. (...) Alatriste verá también a Muñoz Suay. A usted tratará de verlo en el Plaza. (...) Si se arreglase algo, usted sería el productor auténtico, pues él no sabe nada de cine. (...). Abrace estrechamente a Saura, de quien me acuerdo mucho.”
Ese mismo día lanza otra carta (casi un copy/paste) a Ricardo Muñoz Suay, con casi exacto contenido. Se confirma así tanto la calificación de Alatriste como solo “amante de Sílvia Pinal”, que me parecía extraña, como la “historia muy blanca” que decía Portabella que Buñuel explicaba sobre su proyecto.
Se produce en el festival de Cannes de 1961 la presentación de “Viridiana”. Unos días antes Buñuel envía desde Paris una carta muy interesante a Domingo Dominguin, protestando de la chapuza -según él- de material publicitario preparado para la ocasión, pero que no viene aquí a cuento.
Y, ya pasado el Festival, con la Palma de Oro (ex-aequo) otorgada a la película, le comenta en carta ya desde Mexico a José Rubia Barcia que como consecuencia de que L’Osservatore Romano la calificó de ‘impía y sacrílega’,”Franco destituyó al Director General de Cinematografia, al director de Uniespaña y al jefe de Censura.”
Ya hemos de esperar a una carta del 6 de septiembre a Paco Rabal, que se ve que le ha escrito para que medie entre UNINCI y Alatriste, para leerle que “he intentado aproximarme a los productores (y se refiere básicamente a Domingo Dominguín), que se han portado como unos puercos.”
Pero es que UNINCI se estaba hundiendo, víctima también del affaire Viridiana. Ahora que pienso, debiera confrontar todo esto con la visión que dio de ello Muñoz Suay, que seguro quedó recogido en su biografía por parte de Esteve Riambau, aunque ya no lo recuerdo.
La fotografía, que me parece muy buena, ilustra también estas páginas del libro de la correspondencia, de Cátedra.

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