Porque aquí van adornados para navidad, pero el supermercado del primer film, aunque nuevo, cotidianamente no tiene nada que envidiar a los establecimientos de DIA en sus peores tiempos.
Pues sí. Inducido por comentarios elogiosos de por aquí, he descubierto yo también que hay una pareja de realizadores brasileños, Marco Dutra y Juliana Rojas que, como permite comprobar la visión de sus dos películas presentes en Filmin, elaboran un cine con elementos fantásticos, convenientemente actualizado.
Vi primero “Hard Labor” (2011), una película que hace permanecer en tensión constantemente, reflejando cosas muy habituales: un matrimonio en el que él pierde su trabajo y entra en una angustiosa cadena de búsqueda de empleo, mientras ella sigue adelante con la ilusión de su vida y monta un supermercado. La sordidez de éste y lo que se va descubriendo en él absorbe la atención del espectador, que también debiera darse cuenta que la película le está pintando, a golpes de cine ligeramente fantástico, una realidad que es, además de próxima, muy puñetera.
Anoche vi la más reciente (2017) y posiblemente más sofisticada “Los buenos modales”, que con sus sorprendentes derivas argumentales que no olvidan reflejos mágicos a lo “La noche del cazador” o pesadillas a lo “Furia”, nos acerca mucho más un concreto campo del cine fantástico, ese en el que eran de buen uso las balas de plata.
Patrona y criada superan una primera parte de "Los buenos modales" en la que está latente de forma explosiva -como, de hecho, en toda la otra- todo eso de la lucha de clases.
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