jueves, 30 de julio de 2020

Meseta



En su presentación, “Meseta” (Juan Palacios, 2019. Visible en Filmin vía el Atlántida Film Festival) muestra un plano/ contraplano muy audaz. Unas misteriosas, sinuosas formas que se van desplazando lentamente resultan ser los campos y montes contemplados desde un avión. A continuación vemos a un pastor de ovejas mirando el paso de un avión por el cielo. Más adelante, en varias ocasiones, alguno de los personajes del film alza la vista y ve de nuevo cómo un avión cruza, bien lejos, el cielo.
Tras ese original plano/contraplano y justo antes del título, entramos rápidamente en harina. La cámara registra el paso del rebaño de ovejas por una cañada y se pone a seguirlas, en pleno revuelo. Al poco, entran todos en un oscuro túnel bajo una carretera.



“Meseta” nos va a mostrar una serie de actividades, todas residuales, que ocupan a los pocos habitantes (casi todos ancianos, un par de niñas) que aún viven en un pueblo que la mayoría ha ido abandonando. El abandono lleva a la enorme soledad actual, y ésta a imágenes que te hacen preguntarte cómo de un tema así, tan “realista”, se pueden lograr secuencias que se siguen como sí de un film fantástico se tratase. Es el caso del movimiento del rebaño, pero también las escenas nocturnas, el viento removiendo las hojas de la chopera junto al río, el pescatero venido de la ciudad anunciando su mercancía por unas calles sin ningún signo de vida, las niñas jugando en las tumbas enclavadas en la roca,...
Unas niñas incapaces de encontrar ningún Pokemon ayudadas de su móvil.


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