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| Así se inicia “Aubervilliers”, con una barcaza de las que recorrían el Sena. |
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| Su paso por cerca de Notre Dame |
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| Y su derivación por canales hacia Aubervilliers. |
Jacques Prévert dedica estos versos a los “Gentils enfants d'Aubervilliers”:
Le triste monde d'Aubervilliers
Où sans cesse vos pères et mères
Ont toujours travaillé
Pour échapper à la misère
A la misère d'Aubervilliers
A la misère du monde entier
Gentils enfants d'Aubervilliers
Gentils enfants des prolétaires
Gentils enfants de la misère
Pour vous le bord de la mer
c'est la poussière d'Aubervilliers
et vous jetez sur le pavé
les pauvres dés de la misère
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| Zambullidas de los niños del lugar en el canal. |
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| Y sus juegos por las instalaciones industriales. Por ahí estaba la Saint-Gobain. |
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| Viviendas hechas fosfatina. |
He descubierto por Youtube este precioso cortometraje de Eli Lotar (el colaborador de Buñuel en Tierra sin pan), comentarios de Jacques Prévert y música de Joseph Kosma (“Las hojas muertas”), con un par de canciones y, entre ellas, ésta, que acabas tarareando. No lo conocía, por lo que uno se anima pensando que aún tiene muchas maravillas por descubrir.
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| Una niña llevando agua de la fuente a su casa. |
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| Y este anciano recoge agua del charco para regar las plantas que rodean la barraca donde vive. |
Rodado justo acabada la guerra en el industrial y entonces pobre suburbio de Paris que le da nombre, me he entretenido haciendo durante su visión unas cuantos pantallazos, que pueden dar idea de su calidad visual.
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| Limpiando granos de arroz. |
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| Hotel alto standing. |
Pero hay que verlo -y escucharlo- entero. Garantizo no salir defraudado. Acaba con una visión esperanzada sobre el fin de la miseria en el mundo. Un sentido profético de la gente de izquierdas de entonces, como Lotar, Prevert y Kosma que, vista la situación del planeta setenta y cinco años después, no parece muy afinado.
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| Y una familia contemplando ese futuro en el que, decían en el cortometraje, iba a desaparecer la miseria del mundo. |
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