Las peras del huerto de papá (cine)

Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.

viernes, 7 de julio de 2023

Funny Pages

Nuestro protagonista en la tienda de cómics en la que trabaja, pero no hay que dejarse llevar por la apariencia del actor y abandonar a la primera de cambio.

Una sorpresa. Con la idea de dejarla de ver a la mínima que me disgustase, y estaba convencido de que sería en seguida, he visto hasta el final, con interés, “Pasando página” (“Funny Pages”, Owen Cline, 2022; en Movistar+).

Tiene, desde luego, la estética y ciertas argucias de un cine norteamericano que se recrea en lo outsider, aunque se trate claramente de lo outsider contemplado desde el standard social más asentado.

Daniel es un jovencito hijo de una pareja dialogante, moderna y -aventuro- surgida de la Universidad de Princeton que, dibujante él mismo, les ha salido en grado superlativo amante de los cómics, pero no alguien que se contenta con coleccionar los masivos cuadernos de superhéroes, sino de los que entra en las entrañas editoriales de la edad de oro del cómic, hasta el punto de, por ejemplo, llegar a reconocer el nombre de un histórico controlador de la impresión de color.

En esa etapa de paso de la edad adulta a la madurez, la conflictiva salida de su protector y establecido nido, desencadenada la total confrontación con su medio, le supone entrar en un mundo de auténticos frikies. Los del vecino y degradado barrio que busca como alternativa a su casa familiar superan con creces el insano núcleo de la tienda de publicaciones gráficas en la que trabaja.

Una “coming on age comedy”, que le llaman, transcripción de la duras pruebas que en los cuentos de hadas clásicos debían superar sus protagonistas, para nada complaciente. Su poder de observación y ésta misma falta de complacencia es la que me la han hecho, sorprendentemente, bien valiosa, al margen de, a ratos, cruelmente divertida.