sábado, 7 de enero de 2023

Il bacio di Tosca



Lo primero que hice ayer al llegar a casa es consultar internet y tranquilizarme: la Casa di Riposo per Musicisti Giuseppe Verdi de Milán, protagonista de “Il bacio di Tosca” (Daniel Schmid, 1984; Filmoteca), sigue funcionando y acogiendo a músicos jubilados. No ha tenido que cesar sus actividades por problemas económicos.
La copia proyectada es producto de una de las restauraciones de Cinéma Ritrovato, efectuada con el asesoramiento de Renato Berta, que había sido el director de fotografía de la cinta, pero la verdad es que así a simple vista no parece un trabajo extraordinario fotográfico, ni recuerda en absoluto al Daniel Schmid de “La Paloma”, sino que resulta un muy agradable, divertido y extremadamente sencillo documental sobre ese especialísimo asilo de ancianos.
Supongo que los antiguos cantantes o músicos debieron ser reunidos previamente para oír las explicaciones vertidas por Schmid sobre lo que quería hacer y cada uno de ellos debió responder en mayor o menor grado a lo requerido, marcando así su tiempo de presencia en la cinta.
No se trata de juguetes rotos. Unas cuantas escenas nos muestran que algunos de ellos han conservado muy buenas voces, aunque físicamente anden todos más bien renqueantes.
Schmid dejó en el montaje final diálogos que denotan lo conscientes que eran todos del rodaje y otros que pescó en momentos que debían pensar que no les grababan. Una enfermera grita a un residente que anuncia su llegada que “no puede venir, porque estamos filmando”. Una antigua cantante le afea a otra que vaya a aparecer con un bastón que la hará aparentar ser más vieja. Todos pasan por el vestíbulo de Casa Verdi desfilando teatralmente para la cámara…
Sara Scuderi es, posiblemente, la que más sale en la película. No apostarías por ella lo más mínimo viendo como va moviendo constantemente su boca, pero cuando empieza a cantar, milagrosamente, una fuerza interior parece sostenerle rígidamente la mandíbula.
Todos y cada uno de ellos se inflan hablando de su carrera musical. Entramos en una secuencia en el dormitorio de un matrimonio. Es divertido ver cómo él adopta todo el protagonismo, hablando incluso por ella, a la que apenas si le deja decir lo más mínimo. Un ex-violinista y profesor musical nos hace ver todos los recortes de periódicos y otros recuerdos que tapizan la pared de su habitación/estudio, y amenaza con leernos todo lo que contienen. Hasta vemos como, en el comedor, una corista mientras va tomando una sopa, habla del papel imprescindible del coro en la ópera, sin el cuál ésta no existiría…
Unos cuantos nos explican cómo lograron “finire in bellezza”, es decir, retirarse cuando estaban en lo más alto de su carrera. Pero ahora, ante la cámara, no pueden sino emular aquellos tiempos.




 

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