La para mí mejor película vista últimamente dura sólo media hora y la acabo de ver por la tele. Se trata de “Arquitectura emocional 1959”.
Daría para todo un análisis sobre la situación del cine español relacionar los extraños vericuetos por los que se puede, al final, ir viendo toda la filmografía de Elías León Siminiani, su realizador.
Ignoro si este pequeño diamante surge de un encargo o bien de la propia iniciativa de Siminiani. Podría ser lo primero, sobre la arquitectura de Madrid en esa época -y especialmente la de Secundino Zuazu-, si el ayuntamiento de la ciudad se mostrase activo en este campo, pero no suele ser así, por lo que me inclino más por la segunda opción.
El caso es que el cortometraje hurga un poco en la figura y obra de Zuazu y se centra realmente en esa fecha, pero no solamente para hablar de su arquitectura. Monta el relato de una historia de amor que se desarrolla durante las cuatro estaciones del año y eso le lleva a topar de frente con la moral y costumbres de entonces (con algún que otro desliz cronológico) por aquí, que ya sabemos cómo era el ambiente.
Siminiani se mostró desde un principio (¿quien no recuerda su “Mapa”?) como un magnífico -entonces muy parlanchín- narrador y aquí, en la banda sonora, tenemos nueva muestra de ello. También en alguna de sus series de sucesos para TV dio, buscando ser claro, con la utilización de medios gráficos, y aquí los usa de forma muy efectiva.
Parece que el corto se ha llevado premios en los festivales en que se ha pasado (el casi único canal de distribución actual de este tipo de cine) y ahora puede verse en Movistar + hasta el 14 de enero”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario