viernes, 26 de febrero de 2021

Claudi Montañá



¿Quien se acuerda de Claudi Montañá? Como su firma aparecía en prácticamente todas las revistas que compraba a inicios de los 70, no fui ayer al acto de la Biblioteca Vapor Vell sobre él, pero sí que lo presencié en directo por el Canal de las Bibliotecas de YouTube.
El motivo del acto, presentado por el omnipresente en estas lides David Castillo y con Juanjo Fernández y Josep M. Ripoll- era la presentación de un nuevo libro del Ayuntamiento de Barcelona, dentro de su Biblioteca Secreta-siempre explorando zonas de los años underground barceloneses-: “Estoy hablando de mi generación. Artículos 1972-1977”, que recopila escritos de Montaña recogidos de Nuevo Fotogramas, Star, El Viejo Topo, Vibraciones, Ajoblanco y hasta El Papus, con el seudónimo de Pegasus.
No es que haya sabido mucho más de Claudio Montañá -al que no conocí personalmente- de lo que ya sabía previamente. Por un amigo de Manresa sabía esa supuesta primicia oída ayer de que fue quien llevó, con mucho acierto, porque los que por ahí pasaron lo recuerdan con entusiasmo, el Cineclub de su ciudad natal. Y luego apenas si se ha dicho algo más que eso de que llevaba un cabello muy largo y que escribía en toda la prensa paralela del momento, así como las referencias a su temprano -1977- suicidio.
Es normal. El editor del volumen, Josep M. Ripoll, es de una generación muy posterior. David Castillo era también bastante joven, aunque ya compraba y leía todo lo que aparecía, y Juanjo Fernández estuvo y conoció a todos por su papel de editor de Star (la suerte que tuvieron muchos de conocer al hijo de un editor de cómics dispuesto a publicar lo que querían: en la sesión confesó que en su revista no había consejo ni reuniones de redacción: Ramón de España, Juan Bufill, todos los autores le pasaban los textos que habían escrito y él se los publicaba), pero siempre da la impresión de que no vivió del todo el aire de los tiempos. Así las cosas, David Castillo se esforzó en intentar revivir todo lo posible lo que recordaba de esa época y ambiente.
Aún así, fue muy interesante oír de Juanjo Fernández ese retrato que hizo de Montañá, como una persona que llevaba la tristeza dentro, llegándole a comentar un día eso de “No sé: cada día te levantas, vas al cuarto de baño, coges la pasta de dientes, aprietas bien el tubo para no desperdiciar ni un poco de pasta,...”
Josep M. Ripoll ha echado un capote diciendo que posiblemente hubo dos Montañá: el hombre cultivado, muy activo, de Manresa y el más aislado en su mundo de Barcelona. Siendo de 1944, continuó diciendo, vivió la aparición de los Beatles y los Rolling Stones, viendo pasar luego todo ese universo de los grupos musicales de los 70, de los hippies, la psicodelia, etc.
Claudio Montañá se suicidó ya en 1977, de sobredosis de somníferos, en el Hotel Manila de Las Ramblas.
El libro, para quien le interese, dicen que tiene 300 páginas, está muy bien editado y solo cuesta 10 euros. Aquí la grabación del coloquio:






 

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