lunes, 22 de febrero de 2021

Carrière según Garrel


En “Les Inrockuptibles” de esta última semana preguntan a Philippe Garrel sobre el recientemente fallecido Jean-Claude Carrière, obteniéndose por resultado unas declaraciones que tanto pueden servir para seguir dando pie a sus detractores (que señalan que su colaboración como guionista ha dado fin al misterio de sus películas) o a sus partidarios (que señalan que gracias a ella sus historias han podido llegar a mucha más gente).
Al margen de explicar que su encuentro con él fue a través de su hijo Louis, que sorprendentemente, pese a la diferencia de edad, era muy amigo suyo, Philippe Garrel explica las razones de su elección diciendo que en Francia hay buenos dialoguistas, pero no demasiados verdaderos guionistas, entre los que sitúa a Carrière.
Le gustan mucho -continúa- unos pocos grandes guionistas (nombra a Mark Peploe y Gérard Brach) que “piensan en función de las imágenes de un film. Hacen un trabajo visual. La mayoría de los guionistas se sirven de los diálogos para desarrollar la trama, por ejemplo. Los verdaderos guionistas lo hacen de forma visual. Carrière buscaba contar una historia por una continuación de imágenes, no por el diálogo.”
“Yo trabajo con Jean-Claude, Arlette Langmann y Caroline Deruas, porque el guión lo hago siempre en equipo. Pero Jean-Claude era el Dalái lama, en la vida era un filósofo. Y cuando trabajábamos a cuatro bandas era para nosotros el que tenía la autoridad del que sabe: nos ayudaba a dar a luz el film que queríamos hacer. (...) Me ha enseñado cantidad de reglas sin enunciármelas. Con cuatro guiones en conjunto, he aprendido un montón.”


 

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