Leslie Howard, aquí con Bette Davis, es uno de los atractivos de “Cautivo del deseo” (“On human bondage”, 1934), un melodrama de los que tan bien le salían a John Cromwell y que hizo punto de referencia mundial a Hollywood.
En ella Howard hace de un estudiante de medicina con un complejo terrible debido a su pie deforme. Se enamora de una camarera (a la sazón Bette Davis) que se convierte para él en una obsesión... y una condena que parece caer sobre él como una maldición cuando está a un paso de arreglar su vida con alguna chica guapa y formal de verdad (Francés Dee, Kay Johnson), en comparación con la casquivana Mildred (Bette Davis), quien alcanza niveles satánicos de maldad.
Por lo demás, tiene esa frescura de las buenas películas de los años treinta, con escenas típicas pero siempre efectivas, como las hojas del calendario saltando en sobreimpresión con la imagen de un personaje, evolucionando con el tiempo.
La he visto, sin que apenas la recordara, en Mubi.
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