Y hablando de películas hindúes de colorines danzantes y cantantes (al revés te lo digo para que me entiendas), ayer se estrenó en la Filmoteca el ciclo organizado conjuntamente con el Xcèntric sobre el cineasta de culto Mani Kaul, con la proyección de su primer largometraje, “Uski Roti” (1970).
En su presentación Gonzalo de Lucas lo situó como discípulo de Ghatak y gran admirador de Bresson. Estallido de imágenes contrastadas y encuadres felices, es verdad que en sus planos de detalle y transiciones, incluso en los buscados sonidos -muchos de acciones en off- tiene la película algo de las formas del cineasta francés. Para explicarlo un poco: me recordó en bastantes momentos, en este sentido, a ese tipo de elementos en la inicial “Los motivos de Berta”, de José Luis Guerin.
Francisco Algarín, también en la presentación, avisó que nos encontrábamos ante una película que presentaba más un estado mental que una narración. Añadió que a mitad película Kaul había cambiado las lentes de su cámara y, de esta manera, mediante esas dos texturas solo visibles en la única copia de 35 mm existente, traída con un esfuerzo enorme desde la India después de mil gestiones, se marcaba el tránsito de la vida real a la vida mental de la protagonista. Conceptualmente precioso, si bien personalmente confieso no haberme dado cuenta de ese cambio, pese a estarlo esperando.
En resumen: quedé asido por la belleza de bastantes de sus planos y formas, pero no me enteré mucho del desarrollo de la trama que, por lo demás, aparentaba ser y se revelaba de vez en cuando sumamente sencilla: una chica llega tarde a la entrega de la hogaza de pan a su cuñado, conductor de autobús que solo aparece ante su mujer un día a la semana, porque su tío la ha trastornado al ponerle una mano encima, con aviesas intenciones.
Supongo que reflejo de la condición de mujer en la India rural, habiendo captando al completo (solo) algunos de sus momentos, entiendo el enorme valor que se otorga al cineasta, pero ante el aviso de que ésta era la más narrativa de sus películas, y viendo lo que se anuncia para otras de las sesiones (temas contemplativos como la valoración de la cerámica, la escenificación de una leyenda medieval,...), escogeré con cuidado la siguiente. Pero reincidiré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario