Acuciado por los anuncios de Netflix que comunican el fin de su contrato con las antiguas películas de SF (la distribuidora sueca) el 31 de diciembre, he buscado y encontrado una de las que me estaba esperando.
Las echaré en falta. Éstas y las británicas de los años 50 suelen proporcionar agradables veladas, sin demasiados sobresaltos, cuando no se tiene nada exultante que ver.
Eso es lo que ha pasado esta sobremesa con “I dimma dold” (algo así como “Escondido en la niebla”, Lars-Éric Kjellgren, 1953), una película que tiene muchos de los elementos de las tramas policiacas de Agata Christie (con su reunión final para discernir ahí el real culpable), bastantes de las oscuridades y tonos expresionistas suecos y, sobre todo, un blanco y negro que resalta la enigmática belleza de Eva Henning, una actriz que esos años llegó a protagonizar algún film de Ingmar Bergman.
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