Puesto que trazan una raya que limita, toca hablar como si realmente existiera, y no fuese todo de una continuidad imparable…hasta que sí se para todo:
Pues, entonces, ha estado bien acabar el año viendo por la tele el tan agradable cuento de navidad “Le pupille” (Alice Rohrwacher, 2022, Disney) y el -desgraciadamente- último programa de la serie de “Encuentros” (ahora que ya no se estilan), en el que Marchamalo entrevistó a Gonzalo Suárez (La 2).
Ahí está su dedicación temprana (y también reciente) a la pintura, que veo nada despreciable. Pero sobre todo me ha gustado oírle repetir su aprecio por Joaquín Jordá (rememorando la cena y noche pasada por ambos con Luis Buñuel), que se suelte hablando de lo mal que le caen la gente con voz engolada (citaba a Cela), contar su aversión al cine español costumbrista y, desde luego, oírle con enormes ganas, cerca ya de los noventa años, de dirigir nuevas películas.
Otra sorpresa fue oírle decir que su hija Anne-Hélène está escribiendo una biografía suya y -eso ya no es sorpresa, conociendo su forma de escribir- el miedo de que sea muy aburrida, por lo que le aconseja que se la invente lo más posible.
Espero ahora, pasada la teórica -no se olvide- raya, que siga la -en este aspecto- buena racha iniciada ayer mismo.
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