Söderkårkar

Los de la serenata inicial.

Esta sirvienta se pasa la película sacando a escondidas copas de aguardiente para sus pretendientes.

Subidos a lo alto de Södermalm, hacen una panorámica que muestra toda la típica vista de Estocolmo. A ésta le sigue otra panorámica por unos tejados más próximos, hasta dar con una chica en su buhardilla, que escucha una serenata musical que interpreta un grupillo en la calle.

La chica baja a la calle y canta, vestida con un despreocupado y moderno mono. Ese día llega el barco de Gunnar, mientras que a ella su tía le tiene preparado otro, mucho más ventajoso económicamente, pretendiente.

Esta “Shanty town” (“Söderkårkar”, Weyler Hildebrand, 1932, en Netflix) es una sencilla película con canciones, con alguna escena cómica tirando a horrorosa, pero que cubre satisfactoriamente ese periodo letal que sigue a la comida. Debió ser, seguro, un éxito en su momento entre un público no demasiado exigente.

La mejor carta que exhibe es la de sus estupendos exteriores, por ellos solos justificantes de su visión. Eso y una pegadiza cancioncilla que aparece a inicio y final del film, a dos voces:

“Allí estaré esta noche, bajo tu ventana, y te salvaré

Si me escuchas silbando esta canción, respóndeme”

Allí estaré, bajo tu ventana, salvándote...”

Las impresionantes vistas de Södermalm.