Uno de los planos de detalle que anuncian la Germaine Dulac que vendrá.
El ya maduro director del Museo de Arte Oriental explica la trágica y romántica historia asociada a la princesa egipcia.
Su joven esposa.
En Mk2Curiosity se puede ver hasta el jueves 22 a las 17h una de las primeras películas de Germaine Dulac, “La cigarette” (1919) que, salvada In extremis de su perdición y restaurarse, contiene, no obstante, durante bastantes de sus secuencias, grandes evidencias del daño causado al oxidarse el celuloide.
Narra un cuento de esos típicos de revista mundana de la Belle Époque. El director del Museo de Arte Oriental recibe la momia de una princesa egipcia y relata a quien le quiera oír la historia que la acompaña. El príncipe, mucho mayor que la princesa, ve que no puede hacer nada para evitar los amores de su joven mujer y se envenena, para apartarse elegantemente. De pronto, una serie de equívocos le hace pensar que su joven mujer tiene un amante y decide seguir el mismo fatal destino, envenenando uno de los cigarrillos de su caja de tabaco.
Quizás lo que más me ha emocionado del film, al margen de algún plano muy bello (ciertos encuadres medios y de detalle), ha sido precisamente ver la lucha entre el óxido corroyendo el celuloide y las imágenes surgiendo, victoriosas, finalmente.
La visión de lo que parece ser la evidencia de un adulterio.
Partes irreparables de la película.
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