miércoles, 14 de abril de 2021

Duett för kannibaler

Susan Sontag en la época del film


Unos títulos de crédito fijos durante bastante tiempo, mientras se oyen golpes como los que avisaban, en el teatro, el inicio de una función. Aparece entonces un primer plano de una mano, que hace un movimiento elegante. Se abre un poco la visión y el brazo de esa mano coge un clavo de un pequeño estuche que la mujer de mano y brazo, de espaldas, clava para sujetar en una pared de su casa un cartel de un tal Arthur Bauer.
Ese y el de una cámara que más adelante se mueve de forma panorámica para captar y describirnos el ambiente del despacho lleno de libros del tal Arthur Bauer, son los dos únicos movimientos de cámara resaltables de “Duett för kannibaler”, la primera película (1969) de la famosa por otras hierbas Susan Sontag, que puede verse en Netflix, entre el puñado de films suecos que la plataforma sorprendentemente ha comprado.
El film sabe sembrar intriga, recuerda al Bergman de unos años antes, con ciertos encuadres y sus dos principales protagonistas -la chica y su novio- narrándonos a los espectadores ciertos aspectos, pero parece estar hecha únicamente para tensar la cuerda de las relaciones entre dos parejas, dentro de un ambiente muy nuevo cine años 60.
Bauer, muy repelente, me recordó a “El fugitivo”, la chica por momentos a Montserrat Roig, pero no veo otra excusa para verla que la curiosidad que suscita el que la dirigiera Sontag.





 

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