Luigi Comencini le decía a Goffredo Fofi que Giuseppe di Santis creía estar haciendo siempre cine soviético. Lo decía con un cierto retintín, burlándose de su toque serio y trascendente, con formas rotundas, en relación con las comedias se supone que formalmente sin pretensiones que practicaron el grueso de su generación.
Luego, de cine con aire soviético pasa a un cine coral, pero innegablemente italiano, observando de cerca a un nutrido conjunto de chicas que acuden, todas ellas acuciadas por la necesidad, a una oficina en busca de un puesto de mecanógrafa. Por las historias surgidas de cada una es donde veo únicamente la huella de Zavattini, uno de sus coguionistas.
Aún pasará a resultar luego film de catástrofes, para acabar como film social y un po’ politico.
Resulta una película que me parece notable, muy ligada a una época de gran depresión para Italia, tras la II Guerra Mundial, con una enorme falta de trabajo previa al “milagro italiano”… Diría que no es demasiado conocida, posiblemente por lo que he visto llegó a decir De Santis de ella, conforme fue enormemente atacada y boicoteada, con editoriales de tres grandes periódicos diciendo que no se debería dejar hacer películas como ésta. Por su mirada crítica sobre una situación a la que la burguesía y los cargos oficiales hacen oídos sordos, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario