Muerte al amanecer

¿El paseo marítimo de Sitges a medio construir? (Se ve que se trata de Caldes d'Estrac)

El suspense visual del trayecto en coche por las curvas del Garraf.

La conversación que oye el personaje, intuyendo las figuras a través de un vidrio esmerilado.

Ayer Betevé pasó en su programa “Barcelona… i acció” la película “Muerte al amanecer” (Josep María Forn, 1959), basada en una novela de Mario Lacruz.

Se inicia en lo que debe ser Sitges con su paseo marítimo a medio construir (1); aunque parece que fue rodado en Caldes d'Estrac) y sigue a continuación con una secuencia que saca de las curvas del Garraf (2) todo el angustiado suspense que podía sacarse de ellas.

Luego la película, que trata en realidad de los males de la desatada ambición, se va construyendo a base de escenas posiblemente demasiado prolijas y explicativas. Pero la de las curvas del Garraf no es la única escena destacable, como demuestra esa conversación vista a través de un vidrio esmerilado (3).

En un momento dado, el personaje queda con una mujer y ella llega, ortodoxamente, dejándose ver bajando por las escaleras que hay junto al Monasterio de Pedralbes (4).

En conjunto resulta una buena sesión para ese tipo de programa, que intenta presentar películas rodadas por aquí. Sirve, por ejemplo, para enseñar los tapetitos de ganchillo que utilizaba RENFE para los asientos de sus trenes.

Un desolado puerto de Tarragona, retrato impagable de la sordidez de la postguerra, es el escenario de una conclusión en la que se cruzan ambas descomunales, perdidas ambiciones (5)

Ella acaba de bajar por las escaleras contiguas al monasterio de Pedralbes.

En el puerto de Tarragona pre-petroquímica.

Hay en la película una maleta llevada por el personaje que, por una vez, no me saca de la trama: los espectadores hemos visto previamente que está realmente vacía.

Un señor comisario de policía escuchando una declaración que aclara definitivamente las cosas.