Buscando aclararme con respecto a los orígenes del Neorrealismo Italiano, me he pasado de frenada, al verla cuando he dado con la muy interesante “Rotaie” (Mario Camerini, 1929; en YouTube), que no tiene nada que ver con sus postulados.
Aún así, me ha parecido todo un descubrimiento, e incluso me ha dado ocasión a encontrar, de rebote, unos buenos raccords de esos metafóricos: El beso de la pareja de jóvenes huidos de sus casas para vivir su amor prohibido se convierte en un reloj cuya maquinaria marca fatalmente el tiempo. A continuación, la efervescencia de una pastilla en un vaso habla de recuperación de ánimos, pero el paso veloz de un tren abre una ventana, tira y rompe el paso.
Esas “rotaie” del título son las vías del tren que parecen guiar la vida de la pareja. Un golpe de suerte inesperado la lleva, vía el tren, a entrar en otro mundo que les parecía inalcanzable, pero es en ese destino también donde dan con la obsesión del dinero y el juego (trasparencias mil) y con un depredador sentimental de bigote bien cortado y peinado.
Un ciclo que aportaría sorpresas buenísimas, y que sugiero gentilmente a la Filmoteca, podría ser recorrer el 1929 como año de producción cinematográfica de todos los países entonces ya industrializados y desarrollados
En el tren, ya entrando en un nuevo mundo.
La llegada al súper hotel y casino.
Él
Y ella
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