La bestia humana

Cuando supe que había una versión argentina (Daniel Tinayre, 1954) de “La Bestia Humana”, que además iba presentada por un cartel despampanante, pensé que se trataría de un melodrama desatado. Ahora, gracias a la generosidad de una amiga argentina y a los servicios de un improvisado mensajero, he podido constatar que algo de eso posee en su tramo final, pero que se trata en realidad de una película muy sólida, nocturna, llena de interiores atiborrados, miradas de soslayo, envidias, sombras muy bien empleadas, fuerte lluvia y tormentas y también, claro, sonidos de locomotoras de tren, pasando preferentemente de noche, dejando un largo rastro de vapor. Todo ello acrecentado por el blanco y negro muy contrastado y por la película rayada y los saltos de final de rollo de la cinta que sirvió de base para el DVD.

Pero, además, la película tiene para la gente de por aquí un valor añadido. Hace poco circularon unas escenas de un cameo de un escritor catalán en una película argentina… que creo haber visto de nuevo ahora, en el film.. El vigilante de noche del hotel baja el periódico que está leyendo y dirige su mirada al protagonista, que acaba de llegar con un aspecto inquietante. La cámara se acerca al lector de periódico mientras éste mira al recién llegado. Mira penetrantemente, con unas gafas muy características. En la caja del DVD dice que “la primera colaboración entre Daniel Tinayre y el escritor catalán Eduardo Borrás –exiliado en Argentina y asiduo colaborador de Hugo del Carril- fue esta adaptación bastante libre de la popular de Emile Zola (…). Vamos: Que yo creo que eso era un cameo de Borrás, antiguo anarquista catalán. Habrá que investigar un poco más.