domingo, 5 de mayo de 2013

El cine como arma

Contenido:
Uno de los dossiers del Cineclub Informe 35. En este caso del denominado “El cine como arma…” Su editorial –con una cita de Mao Tse-Tung como entradilla- está fechado en diciembre de 1972. Después de algún texto teórico-práctico sobre el tema, se concentra en informaciones y textos programáticos sobre el cine cubano.

Historia personal de la pieza:

Las cosas han cambiado. Ahora mismo, escribiendo estas líneas, tengo en este mismo ordenador señalados como “favoritos” los enlaces con varios centenares de películas que, recomendadas por amigos de Facebook, he juzgado de interés, y reservado para verlas en cuanto disponga de tiempo para ello. En la época de este dossier la cosa no funcionaba en absoluto así. Los desplazamientos para ver una película que, vista alguna imagen suya o leído algún artículo en una revista, o bien habiendo visto y apreciado ya alguna otra de esa cuerda, estaban a la orden del día. La cosa no podía esperar. No era nada extraño descubrir un cine de barrio para ver ahí, en un 
programa doble, la película buscada. Pero los mayores desplazamientos por la ciudad se daban para seguir uno u otro programa de los cine-clubs dispersos por aquí y por allá.

Entre los cine-clubs de solera de la época en Barcelona, el más politizado –y casi todos lo estaban, estando como estábamos inmersos en el franquismo- era sin duda “Informe 35”. Recuerdo ahí sesiones de películas de todo tipo… procedentes de países comunistas, sobre todo. Ahora me viene a la memoria, por ejemplo, una sesión comentada por Román Gubern (siempre solían tener presentadores de nombre) de una de las películas –aún en blanco y negro- de Miklos Jancsó.

Relación con los Cine-clubs:

Fueron los primeros 70 una época para Barcelona y toda Cataluña con una gran ebullición en lo que a cine-clubs respecta.
Cine-club Avance (que recuerdo gestionado por Xavier Daniel), Keaton (por uno alto con una cara inolvidable, cuyo nombre no recuerdo, y por Jordi Balló), Mirador (Albert López, entre otros), Montseny (Carles Benpar, entonces Carlos Benito Parra), Cine-club Ingenieros (del que me dedicaré a hablar un poco más adelante), Informe 35.
Muchos de esos cine-clubs elaboraban, para sus sesiones, dossiers que se entregaban a sus socios (a veces socios de una sola sesión…), efectuados con mayores o menores medios. Éste en concreto está bastante bien editado, en una época en que eso no era nada fácil. Eso sí: Ni una foto ni ilustración, salvo la estrella roja y el logo de la portada.
El Cine-Club Informe 35 efectuaba sus sesiones en la sala de actos –en un piso- de los Escolapios de la calle Balmes de Barcelona. Joan Martí, uno de sus gestores, junto a –entre otros, Joan Antoni González, explicaba en una entrevista para “El viejo topo”, hace poco, varios entresijos de la vida del cine-club:

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