lunes, 6 de junio de 2022

Haut bas fragile

Una de las chicas sale de la clínica donde ha pasado los últimos cinco años.

Y va, dándose tiempo, a un pequeño hotel. La habitación tiene una terraza que da a esa casa con mansardas, que en algún momento definió a Rivette.

Pasé anoche una velada Jacques Rivette, viendo su “Haut, bas, fragile” (1995).
Parece que Rivette la hizo de forma rápida, cuando su productor le pidió algo ligero para resarcirse del fracaso económico que le supuso su anterior “Juana de Arco” (1994).
Aún así, con poco presupuesto, dura casi tres horas y contiene un poco de todo lo que ha frecuentado Rivette a lo largo de su filmografía: primero, desde luego, unas chicas jóvenes que circulan a pie, en Mobilette o hasta en patines por un París muy suyo (en este caso el del Parc Montsouris y alrededores), una del ellas ayudándose de un mapa; luego una sociedad maléfica que llama la atención de una de las tres protagonistas; no olvidándonos de las tablas teatrales, aquí trocadas por un viejo salón de baile, donde Anna Karina canta a un amante perdido.
Todo combinado en esta ocasión con números de comedia musical a lo Jacques Demy dentro de una trama que resulta por una vez muy inteligible. Una trama triple, que se entrelaza, llegando sorprendentemente a conclusiones, correspondiente a las historias de esas tres chicas mencionadas, historias ligadas con un pasado familiar que intriga, a uno no vivido y olvidado debido a haber estado en coma un largo periodo y a uno violento huido, respectivamente.
Por el principio, aparece Rivette haciendo un cameo: cree reconocer a una de las chicas en cuestión, como algo de un pasado ya bastante lejano, quizás dieciocho años: la chica pone pies en polvorosa.
Después de haber visto ésta, ya solo me faltará ver la causante, por su descalabro, de ésta (“Jeanne, la pucelle”) y alguna variación de los Rivette ya vistos. No tendré prisa por agotarlo. Hay que prolongar, en lo posible, los placeres vivificantes.


Otra chica, ha que huye de un hecho violento, se mueve y baila constantemente. Aquí en el café salón de baile.

Número musical arrancado de repente (se dejan sentir llegar) en el Parc de Montsouris (aunque creía que era el de les Buttes Chaumont).

En Paris de los alrededores de Rivette, aquí con una calle con adoquines que he visto en Google Maps que existe y, efectivamente, es cercana al Parc Montsouris.

 

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