El inesperado homenaje cinéfilo de su capítulo final, con Palmer viendo en el cine Odeón lo que ve, me ha acabado de convencer, confirmándome que, salvo un episodio anodino, “Harry Palmer: el expediente Ipcress” (James Watkins, 2022; en Movistar) es la serie televisiva que más nos ha convencido últimamente. Y no sólo por lo que parecía inicialmente su única baza, su look.
Su estética sesentera -evidentemente-, pero también unos actores nada pretenciosos en sus cometidos, el espionaje en la guerra fría con todos sus tópicos y alguna escena sorprendente han dado, me parece, en la diana.
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