Festival D’A en Filmin. My mexican bretzel” (Nuria Giménez, 2029) era una apuesta difícil un domingo a la hora de la sobremesa, sobre todo teniendo en cuenta lo que avisaba su realizadora en su brevísima presentación incorporada en el pase de Filmin: que si no oíamos nada, no nos preocupáramos, que la película era así y sólo de tanto en tanto se oye un sonido.
Pues bien. Puede suponerse el grado de interés despertado por su visión si digo que no he esquivado la atención ni cerrado los ojos ni un minuto, pese a esas características tan proclives a ello.
Nuria Giménez se apropia de unas filmaciones familiares, establece con ellas la ficción de unos cortes de diario personal que aparecen -sin ser leídos- en subtítulos, incluyendo unas pocas reflexiones aderezadas con las frases de un supuesto pensador indio, dosifica mínimamente unos escasos sonidos coherentes con lo que se ve y obtiene un cóctel muy bien integrado, a mi juicio admirable.
El material de base, como el de muchos films familiares, corresponde a lo filmado por un matrimonio durante sus viajes. En este caso se trata de un matrimonio residente en Zúrich, muy bien aposentado económicamente, que por placer o por negocios recorre todo el mundo occidental alrededor de los años 50. Aviso que en uno de esos viajes aparecen, es verdad que muy escasamente, la Barcelona de la época, una Barcelona de burro con botijos, definida mediante una frase explosiva, y una Mallorca aún auténtico paraíso turístico.
Justo cuando el material presentado considera que puede resultar algo árido o repetitivo -caso de carreras de coches como las 24 horas de Le Mans y otra-, la autora introduce en los extractos de diarios un adulterio, que refuerza el grado de atención.
Lo que ha hecho Nuria Giménez, y de ahí su mérito, es poner en solfa esas películas familiares, de otro modo difícilmente asimilables. En algún momento, la protagonista va vestida como mi madre en alguna de las diapositivas que le hacía mi padre en sus viajes. Sin viajes al otro lado del Atlantico y salvando un abismo en lo que a recursos económicos se refiere, cierta estética, ciertas formas de pensamiento y reflexiones, ciertos anhelos que se deducen de todo lo visto y posiblemente también de todo lo no visto, lo no reflejado, pueden ser los mismos. El film da pues para buenas reflexiones referentes a toda una clase social -ampliando el espectro- durante el siglo pasado.
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