jueves, 16 de noviembre de 2023

Sur l’Adamant





Tras la clase, el ejercicio práctico, todo ello con Nicolas Philibert y en L’Alternativa. Ayer se pasaba en la Filmoteca “Sur l’Adamant” (2023, León de oro en Berlín, como dijo Esteve Riambau, cosa extrañísima para un documental) y al final del coloquio nos enteramos que era el primer film de una trilogía que prepara sobre el mundo de la psiquiatría. Si éste está centrado en un Centro de Día muy especial, el segundo, ya terminado, está rodado en un hospital, estructurado a base de “muy bellas conversaciones entre pacientes y psiquiatras”, y el tercero -en fase de montaje- seguirá a cuidadores que acuden a las casas de sus pacientes.
En la presentación, Philibert estableció la relación de este documental, veinticinco años después, con “La moindre des choses”, en el que por primera vez, también -como en éste- animado por los propios pacientes, se enfrentó al miedo a instrumentalizar a los pacientes de un centro psiquiátrico.
Acabó su presentación -luego concedió también un coloquio- diciendo que lo que se ve en estas películas le afecta mucho personalmente. Que los pacientes psiquiátricos suelen ser gente hipersensible, a menudo muy lúcida, que reciben la violencia ambiental sin defensa alguna.
Los protagonistas de la sesión fueron esos pacientes, que desarrollan dotes artísticas notables y todo tipo de actividades, pero también el Adamant, una barcaza de obra, creada específicamente en 2010 para su cometido de centro de día psiquiátrico, situada en el Sena, a poca distancia de la Gare de Lyon de Paris.
Allí acogieron a Philibert y su equipo durante siete meses, y él pudo trabajar, según confesó, de forma muy serena. Se enfrentó a su proyecto tal como indicó el día antes en la sesión que comenté: sin nada preconcebido, dejándose llevar por lo que fue viendo, decidido a aprender, a hacer cine para aprender.
La película empieza, ya en un Adamant que los espectadores aún no conocemos, mostrando a un paciente desdentado que canta la canción “La voix humaine” (Telephone) poniendo todo en el asador, con todo sentimiento. Luego, pantalla en negro, el título y una cámara muy atenta observa el inicio de semana en el Centro. Allí, con sólo espaciados cortos planos del discurrir de algún pato por el Sena o del viento moviendo las hojas de los plátanos del muelle, vamos a estar durante todo el metraje atentos, a veces de forma grupal, pero casi siempre de forma individualizada, a cada uno de los pacientes, que vamos conociendo y puede decirse que admirando.
La verdad es que, emocionados por la humanidad de todos ellos y sorprendidos por sus capacidades artísticas, los espectadores casi podrían llegar a envidiar a los que allí aparecen, queriendo formar parte de una comunidad artística tan potente. Quizás por eso, para que no nos quedemos con una visión tan idílica y no veamos ese Centro como un sitio sin conflicto, Philibert introduce -ya es casi por el final- una secuencia en la que una antigua bailarina interrumpe una reunión colectiva y protesta amargamente diciendo que no se hace caso de su altruista ofrecimiento a dar clases de danza.
Un letrero final elogia la valentía y el esfuerzo continuado del Adamant en un panorama que no está, en realidad, en absoluto dispuesto a hacer fácil su camino.
En el coloquio, frente a la indicación de Nicolas Philibert de haber querido hacer su película sin seguir hilo conductor alguno (cosa que sí pasaba en “La moindre des choses”), Esteve Riambau le destacó dos que había visto: uno la música, y otro el propio cine, mucho más presente en las conversaciones de lo que parecería ser normal. Yo añadiría ahora, aunque está claro que es una decisión de montaje, el paso del tiempo, pautado por esos alerones de la singular barcaza que se cierran al final del día y se vuelven a abrir en espera de uno nuevo.
Nicolas Philibert se despidió con una información (la película se estrenará entre nosotros el 26 de enero) y un ruego: si nos ha gustado, puesto que, pese a todas las apariencias se trata de un film extremadamente frágil (idéntico a lo que dice un paciente en el documental sobre ellos mismos: “no somos terroristas, sino muy frágiles”), que lo apoyemos y lo digamos a nuestros amigos. Como es el caso, así lo hago.




 

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