De vez en cuando, aún hoy, vemos un cuento que, gracias a sus aspectos realistas, nos tragamos de principio a fin con satisfacción. Ese ha sido para mí el caso de “En cuerpo y alma” (Ildikó Enyedi, 2017; en Mubi, Filmin y Prime video). Dos outsiders: él por tener un brazo inutilizado, ella por autista total. Ambos trabajan en el staff de un matadero. Al margen de sus miradas mutuas de interés, algo bien especial los une.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
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