Ahí está. Es ella. En esta ocasión señalada con un llamativo impermeable amarillo.
Me ha gustado mucho como está hecho “Jill, uncredited” (Anthony Ing, 2022; en Mubi), un cortometraje (18 minutos) que persigue la presencia de la actriz (sin acreditar) Jill Goldston en decenas y decenas de películas y series británicas.
Ella no es, en rigor, una figurante, puesto que no solo hace bulto o cruza por delante de la cámara, sino que actúa, haciendo de enfermera, jurado, paseante o incluso baila, sólo que siempre en segundo término y durante escasos segundos.
Ing no efectúa ningún comentario directo o indirecto. Simplemente ralentiza, provoca una pausa en la secuencia de cada película que presenta (alguna muy famosa), permitiéndote ir familiarizándote con esta rigurosa, comprometida con el resultado, actriz. Al final ya casi te resulta un juego apasionante descubrir entre la multitud a Jill, con su singular nariz, y ver qué microinterpretación nos va a ofrecer en esa ocasión.
Cherchez la nez.
Por una vez, centrada y en primer término. En la mayoría de las ocasiones, no obstante,se ve su rostro sólo un momento, cuando se mueven un poco los que están delante tapándola, y podemos distinguirla sólo gracias a la ralentizaciión que efectúa en la cinta Ing.
¿Qué? ¿Ahora te atreves? También lo han puesto fácil…
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