sábado, 6 de mayo de 2017

A severe young man

El encuentro tras la reja, fuera de la gran casa.
No sólo de D’A Film Festival vive el hombre: ¡También están los films soviéticos de la Filmoteca! Y el de hoy (“A severe young man”, “Strogiy yunosha“, Abram Room, URSS, 1935) era en verdad singular. Singularidad por la que, en parte, ha causado desconcierto al público, entre el que me encontraba.
No es una de esas muestras del gran arte del montaje soviético, y así damos en seguida con unas escenas, que parecerían de cine mudo, con planos cortados abruptamente, sin mucha progresión. En contraposición, cuenta –sobre todo inicialmente, casi siempre en exteriores- con unas imágenes soberbias. Lo sorprendente (y es la segunda película del ciclo en que pasa) es que son imágenes de lujo y sofisticación. Baste pensar en las mesas llenas de manjares y en la suntuosa escalera de acceso a la casa, que la película utiliza más que frecuentemente.
La suntuosa escalera.

En la trama, un famoso cirujano, al que el gobierno le cede una lujosa mansión junto al mar, que disfruta disfruta junto a su joven –y, entre nosotros, muy corpulenta- esposa, acompañados ambos por una especie de impresentable Charlot gordo de ayudante. Reciben a un joven técnico que está analizando y publicando las virtudes que deben acopiar los soviéticos, y éste queda prendado de ella.
El primer encuentro ente esa posible nueva pareja es significativo. La cámara lo recoje desde dentro del terreno de la mansión, a través de una enorme verja modernista. Quedan ambos fuera de la reja, con todo un mundo de libertad para ellos.
Algo así como la Academia, pero en la URSS.
Luego ella ya no se baña en el mar, casi no aparece esa paradisíaca casa, y todo suele suceder en interiores. En dos ocasiones en una especie de escenario de teatro, con un ballet cogido desde arriba y con una operación del cirujano como espectáculo. Las otras, en escenas que ligan con la Grecia Clásica, que difuminan posiblemente para que tengan el tono onírico –algo enojoso- requerido.
El cirujano, que aquí se parece a Stalin. A ver si ese fue el real motivo de la prohibición...
La película fue prohibida en la URSS porque parecía comportar influencias occidentales. Pero yo más bien creo que, con buen criterio, no acabaron de ver muy claro ese discurso final sobre el poder a ceder a los sabios en la sociedad sin clases, y esa necesidad de igualar a los mejores, por mucho texto de Marx sobre el amor no recíproco que, como salvoconducto, insertara.

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