Siempre me gustó Bellocchio. Esos mamporros a la familia, la iglesia, la institución militar, me parecían bien dados, y me hacían poner de su parte con energía. Pero en sus últimas películas, él ya cercano a octogenario, viéndolo como uno de los pocos cineastas de mi juventud felizmente activo, y todavía haciendo ir a ver con interés sus películas, el vínculo se acrecentó. En su última estrenada, "Fai bei sogni", descubrí las razones profundas por las que me pasaba. E intenté escribirlas a partir de una escena que me llegó al alma. Hoy aparece en "La Charca Literaria" el artículo que me salió.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
viernes, 12 de mayo de 2017
Fai bei sogni
Siempre me gustó Bellocchio. Esos mamporros a la familia, la iglesia, la institución militar, me parecían bien dados, y me hacían poner de su parte con energía. Pero en sus últimas películas, él ya cercano a octogenario, viéndolo como uno de los pocos cineastas de mi juventud felizmente activo, y todavía haciendo ir a ver con interés sus películas, el vínculo se acrecentó. En su última estrenada, "Fai bei sogni", descubrí las razones profundas por las que me pasaba. E intenté escribirlas a partir de una escena que me llegó al alma. Hoy aparece en "La Charca Literaria" el artículo que me salió.
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