Vi hace poco "Louis Malle, le rebelle" (Pierre-Henri Gibert, 2016), un documental sobre el director francés, centrado únicamente en su biografía como cineasta, dejando al margen a sus Candice Bergen y demás.
No es que fuera precisamente una maravilla, empezando por su mismo título, pero sí que hacía pensar en su tesis: que siempre planteó su cine -quizás excepción hecha de "¡Viva María!"- buscando un tema con el que sacudir un poco al espectador. ¿Hay que recordar que su "Lacombe Lucien" fue la primera película en enseñar una Francia de la resistencia con visos de realidad? ¿Que su film autobiográfico hablaba directamente del incesto? ¿Que su "Adiós, muchachos" no era, como confesión, nada complaciente? Etc.
Salió de una de las familias más adineradas de Francia, pero se aplicó a remover las costumbres y consciencias, a base, además, de un cine extraordinariamente popular. No es mal empeño, y no estaría mal contar ahora con unos cuantos Louis Malle.
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